La comunidad de Santander se encuentra consternada por el reciente fallecimiento de un niño de 11 años, que estaba bajo el cuidado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf). El suceso provocó interrogantes sobre las circunstancias que rodearon la muerte del menor y dejó a su familia en busca de respuestas.
Según relatos proporcionados por la madre del niño, Andrea Barón, al medio Noticias RCN, el desenlace fue repentino y desgarrador. “Cuando me llamaron ya lo habían entubado y yo lo vi ya como si estuviera muerto”, expresó con voz entrecortada la afligida madre.
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El menor, que había sido ingresado en un centro médico para tratar una desnutrición severa, presentó complicaciones de salud que lo llevaron a ser trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital. Según los testimonios de la madre, el deterioro de su hijo ocurrió de manera rápida y sorpresiva.
“Él se puso mal, enfermo, el martes y el miércoles, ahí fue cuando lo subieron a UCI”, detalló Barón, entre lágrimas para el medio en mención.
El menor y su hermano de 7 años habían sido acogidos por el Icbf hace aproximadamente dos meses en Floridablanca, Santander. Su situación de desprotección los había llevado a la custodia de la institución, ante la falta de atención por parte de sus progenitores. Sin embargo, la fatalidad que acabó con la vida del niño dejó a su familia sumida en la desesperación y la incertidumbre.
“Ellos me los quitaron buenos y sanos. Los niños salieron bien, caminando bien, no les dolía nada”, lamentó Andrea Barón, mientras intentaba comprender lo inexplicable.
Aunque las autoridades no han brindado detalles concretos sobre las causas exactas de la muerte del menor, se sabe que el Icbf inició una investigación interna para esclarecer lo ocurrido.
Investigan a funcionarios del Icbf: tienen varios inconvenientes
El Icbf se encuentra en el ojo del huracán tras el anuncio de la Procuraduría General de la Nación sobre la apertura de una investigación contra varios de sus funcionarios. El motivo: un presunto direccionamiento de contratos que ascienden a más de $42.000 millones de pesos.
La denuncia, que sacudió los cimientos de esta institución encargada de velar por el bienestar de los niños y las familias colombianas, fue ampliamente difundida por los medios de comunicación del país. Según la información revelada, la oficina regional del Icbf en Magdalena habría ignorado las instrucciones emanadas desde la Dirección General del Instituto para la contratación de servicios de educación básica dirigidos a la primera infancia de Hogares Comunitarios de Bienestar.
En efecto, las directrices del Icbf establecen que dichos contratos deben celebrarse preferiblemente con Asociaciones de Padres de Familia (APF) o con grupos étnicos debidamente reconocidos. Sin embargo, el equipo directivo de la regional en Magdalena habría otorgado la suma astronómica de $42.290.000.000 a las mismas fundaciones que ya operaban este servicio, obviando por completo a las asociaciones de grupos étnicos legalmente habilitadas para contratar.
Ante la gravedad de las acusaciones, la Procuraduría solicitó una serie de pruebas con el objetivo de esclarecer los hechos y garantizar la transparencia en el manejo de los recursos del Estado por parte de los servidores públicos involucrados. Entre las pruebas requeridas se encuentran el listado detallado de los contratos otorgados de manera directa por el equipo directivo regional del Icbf, así como un informe exhaustivo que identifique a los funcionarios responsables de estos procesos de contratación durante la actual administración.
El escándalo puso en entredicho la gestión del Icbf y levantó interrogantes sobre la integridad y la ética de los funcionarios encargados de velar por el bienestar de los niños y las familias colombianas.