Armando Benedetti, embajador de la FAO, inició una discusión sobre la ética periodística y el derecho a la privacidad al admitir que había registrado su interacción con la periodista Diana Saray Giraldo. Esto sucedió después de que ella compartiera una noticia que sugería su posible interés, así como el de su familia, en la compra de helicópteros por parte del Gobierno nacional de Gustavo Petro.
Todo comenzó cuando Diana Saray Giraldo compartió una noticia en la que se mencionaba al difunto general (r) Ricardo Hernando Díaz Torres, que fungió como viceministro del Ministerio de Defensa, que había mencionado la intención de la administración gubernamental para compra unos helicópteros, en donde había cierta conveniencia de la primera dama de Colombia, Verónica Alcocer, y de la familia Benedetti en el proceso.
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Armando Benedetti, al responder a esta publicación, anunció en su cuenta personal de X (anteriormente Twitter) que había grabado una conversación con la periodista y criticó la falta de rigurosidad en su trabajo periodístico.
En su mensaje, el embajador escribió: “Yo a usted no la insulté y tengo grabada la conversación. Usted no me llamó a mí ni a nadie de mi familia a constatar la versión maliciosa y malintencionada que publicó en su informe”. Esto desató un intercambio de palabras entre ambos.
La periodista, aunque admitió que Benedetti grabó la conversación sin su consentimiento, solicitó que esta fuera expuesta públicamente. En su cuenta de X, escribió: “Me encanta que me haya grabado Embajador! (Aún sin mi consentimiento). Ahora por favor le pido que publique la conversación completa a ver si estoy mintiendo”.
Por otra parte, Diana Saray Giraldo añadió leña al fuego al insinuar que se descubrió que Benedetti estaba detrás de la grabación de conversaciones y no solo en este caso. En una publicación, escribió: “Parece que ya sabemos quién graba las conversaciones…”.
Giraldo hizo referencia a las polémicas que rodean a Benedetti, específicamente a la revelación de varios audios por parte de la revista Semana, en los cuales el entonces embajador de Colombia en Venezuela insultaba a Laura Sarabia, que en ese momento era jefa de gabinete y ahora es directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre). Además, se discutía sobre dineros que supuestamente habían ingresado a la campaña presidencial de Gustavo Petro.
Estos eventos pasados alimentaron la especulación sobre quién podría estar detrás de las grabaciones de conversaciones.
La controversia generó reacciones diversas en la opinión pública y en el ámbito político. Daniel Briceño, concejal de Bogotá conocido por denunciar casos de corrupción, opinó que el hecho de que Benedetti grabara la conversación con la periodista era algo “turbio”, lo que añadió más incertidumbre a este caso.
Este era el trasfondo de la noticia que desató la furia de Benedetti
El contexto de esta disputa se remonta a la noticia publicada en Caracol Radio sobre las palabras del general (r) Ricardo Hernando Díaz Torres, que reveló intenciones gubernamentales para la compra de tres helicópteros. Díaz, antes de su fallecimiento, proporcionó evidencia que respaldaba sus afirmaciones, al incluir nombres de posibles testigos y documentos que desataron una investigación de la Fiscalía, de acuerdo con la nota.
Díaz no solo denunció ante la opinión pública, sino que desde septiembre de 2023, sostuvo reuniones con investigadores de la Fiscalía, con el fin de mostrar evidencia que respaldaba sus acusaciones. En palabras del general, “existían intereses de personas cercanas al gobierno del presidente Gustavo Petro en la compra de los helicópteros”.
Su salida del Ministerio de Defensa, solicitada por el entonces ministro Iván Velásquez, fue envuelta en acusaciones de sobrecostos en la compra de vehículos militares. Díaz negó estas imputaciones y aseguró que su renuncia se debió a la presión para concretar la adquisición de los helicópteros en cuestión, provenientes de una empresa ligada a Camilo Benedetti, hermano de Armando Benedetti.