En la corteza terrestre hay zonas de fractura que son generadoras de sismos y que son conocidas como sistemas de fallas activas. En Colombia, estas zonas se ubican especialmente en las regiones Andina, Pacífico, Caribe y en el Borde Llanero-Amazónico.
Debido a su posición en el Cinturón de Fuego del Pacífico, Colombia se identifica como una nación con alta vulnerabilidad a los sismos. Esta área es la localización de aproximadamente el 75% de los volcanes del planeta y es escenario del 80% de los sismos más intensos a nivel global.
El país está situado sobre dos zonas de subducción significativas, donde la placa tectónica de Nazca colisiona con la Sudamericana, y esta última a su vez interactúa con la placa del Caribe, generando movimientos sísmicos frecuentes.
Por lo tanto, las regiones de Nariño, Chocó, Caldas y Santander son las que mayormente experimentan esta actividad sísmica.
A las 5:38 p. m el Servicio Geológico Colombiano registró un pequeño temblor en el municipio del Cubarral, departamento de Meta con una magnitud de 3.5 grados. En la evaluación inicial se determinó que el epicentro de movimiento tuvo una profundidad superficial (menor a 30 km), por lo que alguno u otro habitante pudo haberlo sentido.
Durante la mañana de este 28 de abril la actividad sísmica en el país se ha mantenido baja. De hecho, el único departamento que se ha mantenido activo es Santander, que ha presentado ocho movimientos en lo que va del día festivo.
Sobre las 1:20 p. m. de se sintió un sismo de magnitud 2.1 y una profundidad de 130 kilómetros. El epicentro fue el municipio de Zapatoca y pudo sentirse también en los municipios vecinos de Betulia y Piedecuesta. De momento, no existe reporte de daños o personas lesionadas, aunque las autoridades hacen un llamado a informar cualquier anomalía que se pueda presentar a raíz del movimiento.
En el plano internacional se han reportado delicadas emergencias relacionadas con sismos en los últimos meses; si bien la tierra nunca deja de moverse, algunas de estas actividades son mucho más perceptibles para la ciudadanía. En Colombia este fenómeno genera una amplia preocupación por los antecedentes, lo que insta a los expertos a mantener en constante alerta y aclarar cualquier tipo de información sobre el mismo.
En el transcurso del día, el Servicio Geológico Colombiano ha reportado solo tres movimientos a través de sus estaciones de monitoreo. En el primer caso, un sismo de magnitud 3.1 y una profundidad de 148 kilómetros sacudió el municipio de Los Santos, en Santander.
El movimiento, que ocurrió sobre las 12:05 a. m., fue precedido por otro temblor que sacudió la misma zona a las 2:10 de la mañana con una magnitud de 2.7 y una profundidad de 141 kilómetros.
El último movimiento reportado ocurrió sobre las 8:26 a. m. de este domingo 28 de abril en el municipio de Concepción, también en Santander. Según el SGC, el sismo tuvo una magnitud de 2.3 y una profundidad de 135 kilómetros, por lo que fue apenas sentidos por los habitantes de la zona.
La mañana del viernes 26 de abril fue la última vez que el SGC registró un sismo en el territorio nacional. El epicentro tuvo lugar en el municipio de Medina, en el oriente del departamento de Cundinamarca. Eso sí fue imperceptible por su poca magnitud de 2,5 grados.
El fenómeno conocido como el Nido de Bucaramanga es un área donde la actividad sísmica es notable, atribuida a la interacción de fragmentos de placas tectónicas antiguas que se han integrado en el manto terrestre. Esta interacción compleja de placas se evidencia principalmente en el municipio de Los Santos (Santander), que con frecuencia sirve como epicentro de varios temblores.
Los sismos que se originan en esta región poseen características distintivas. En primer lugar, su profundidad alcanza aproximadamente los 150 kilómetros, indicando que se generan a una considerable distancia bajo la superficie terrestre. En cuanto a su magnitud, tienden a ser de baja a moderada, lo que significa que, aunque son frecuentes, su fuerza en la superficie es relativamente leve, lo que conlleva a un riesgo menor para las poblaciones afectadas.
Sin embargo, es crucial resaltar que se han registrado sismos con magnitudes superiores a 6.0 en esta área, los cuales han ocasionado daños considerables a la infraestructura y a las comunidades locales. Estos eventos, aunque menos comunes, subrayan la necesidad de mantener una vigilancia constante y estar preparados ante la posibilidad de sismos más intensos.
Google ofrece un servicio novedoso para dispositivos Android, brindando una alerta sísmica gratuita con el propósito de informar a los usuarios sobre posibles terremotos. Este sistema emplea la tecnología ShakeAlert, que cuenta con una red de 1.675 sensores sísmicos capaces de detectar movimientos telúricos a nivel mundial y notificar a los usuarios antes de que ocurran las sacudidas.
La activación del servicio requiere que los usuarios sigan unos pasos específicos en la configuración de su dispositivo móvil.
En la configuración, busca la opción “Seguridad y emergencia” y selecciona “Alertas de terremotos”. Si no encuentras esta ruta, puedes acceder a través de “Ubicación”, seleccionando “Avanzada” y luego “Alertas de terremotos”.
Este proceso refleja el compromiso de Google con la prevención de daños y víctimas en casos de terremotos. El funcionamiento del sistema se basa en el análisis de datos obtenidos por la red de sensores sísmicos, los cuales ayudan a determinar la ubicación y magnitud del evento sísmico.
Así, el sistema ShakeAlert envía una señal a los dispositivos Android con el servicio de alerta activado, brindando una advertencia temprana que puede ser crucial para tomar precauciones y proteger la seguridad de las personas en áreas afectadas.