La Fiscalía General de la Nación confirmó el 28 de abril de 2024 que fue judicializado un criminal que se hizo pasar por veterinario y atendió a varios animalitos. Lamentablemente, uno de ellos murió por causa de los malos procedimientos y el sujeto decidió enterrarlo, sin darse cuenta de que aún estaba con vida.
Se trata de Negro, un perro de Flandes (Tolima) que fue atendido por Ernesto López Medina, que inició un “tratamiento” con el animalito, lo que afectó notablemente su salud en general y terminó por ocasionarle la muerte.
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De acuerdo con el reporte oficial, el sujeto fue judicializado por cometer prácticas en contra de la mascota “Entre febrero y diciembre de 2020, el hombre suministró medicamentos al animal que deterioraron su estado de salud”.
El 11 de diciembre de 2020, en plena pandemia y “en medio de precarias condiciones de salubridad, le habría practicado el procedimiento al canino, inyectándole una sustancia desconocida y lo sepultó sin percatarse que todavía estaba vivo”, puntualizó la entidad.
El animal fue encontrado por varios de los habitantes de la zona que, de inmediato, lo trasladaron hasta un centro de atención veterinario, donde lo ingresaron por urgencias y, pese a todos los esfuerzos de los profesionales, no lograron salvar su vida.
“Los especialistas concluyeron que Negro presentaba un cuadro de desnutrición y otras afecciones de salud que no recibieron un tratamiento adecuado”, teniendo en cuenta que estaba siendo atendido por el falso profesional.
Cárcel para el falso veterinario
Ernesto López Medina, fue presentado ante un juez de control de garantías por parte del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) de la Fiscalía General de la Nación, después de que fuera capturado por este brutal acto que condujo al perro a la muerte.
El sujeto debe responder por el delito de maltrato animal agravado, aunque no se allanó a los cargos. Sin embargo, el juez del caso determinó que continúa vinculado al proceso judicial y se espera la imposición de una pena contundente.
Este no es el único caso de maltrato animal que ha sorprendido a la población, pues durante el 24 de abril se logró desmantelar un criadero clandestino en la localidad de Engativá, en Bogotá, donde 39 animales se encontraban en condiciones insalubres.
Este hecho fue atendido por el Escuadrón Anticrueldad del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, la Alcaldía Local de Engativá, la Policía del Cuadrante y la Policía Ambiental, que se movilizaron hasta la zona y rescataron a los perros, gatos y hámsteres que eran explotados y se encontraban confinados, en muchas ocasiones, sin acceso a comida ni agua.
En otro hecho que ocasionó la muerte de un animal, un sujeto que se movilizaba en su camioneta con su perro fue interceptado en inmediaciones del peaje de Chusacá, en Cundinamarca, por otros ciudadanos que vieron al animal colgar de la parte de atrás del vehículo.
De acuerdo con el reporte hecho por los colectivos animalistas, el perro falleció y el sujeto no tuvo una respuesta de empatía por lo que se manejan dos hipótesis del caso. Uno de ellos es que la mascota estaba muerta antes de ser subido al vehículo o murió en el camino y al sujeto que lo transportaba no le importó verlo por el espejo derecho de su vehículo.
Se espera que las autoridades investiguen estos casos y se imponga una estricta condena a aquellos que han cometido actos en contra de la vida de los animales, con el fin de demostrar a los colombianos y turistas que no se puede pasar por encima de una vida por vulnerable que sea.