A pesar de haber pasado años desde que fue víctima de la delincuencia en Bogotá, el creador de contenido Soy Zatt, mejor conocido como Zatt, compartió en redes sociales una antigua modalidad que los ladrones seguirían utilizando para intimidar a sus víctimas, debido a que “hace poco al hermano de un amigo lo robaron de la misma manera”.
Y continuó: “Estábamos parchados con un amigo, relajados, en un parque del sector de Colina Campestre, cuando llegaron unos manes y empezaron a decirnos que eran los dealers de la zona, que otro grupo estaba quitándoles el territorio y que alguien les había dicho que, supuestamente, éramos nosotros”.
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Zatt y su acompañante trataron de hacerles ver que, simplemente, eran dos amigos hablando en un parque. No vivían en la zona ni estaban relacionados con el tráfico de drogas, pero los delincuentes insistieron en que debían dejarlos ver sus maletas.
“Claro, los manes nos estaban fichando a ver qué es lo que nosotros teníamos, pero únicamente llevábamos los celulares y cerca de 20.000 mil pesos en efectivo, entonces, nos dijeron que debíamos entregarles los celulares para que los revisaran y lograran identificar a qué números habíamos estado llamando o que llamadas nos habían estado realizando”.
En todo momento decidieron mantenerse en personaje y continuar con la historia de la guerra por el control del territorio, así que, después de haber tratado de persuadirlos durante casi una hora, a Zatt y a su compañero no les quedó de otra que ceder y entregar sus dispositivos móviles.
“Yo ya sabía que nos iban a robar, pero los manes estaban muy visajosos. Se mandaban la mano al pantalón y nos decían que hiciéramos caso, que no nos buscáramos problemas, mientras hacían el amague de tener una pistola o un cuchillo escondido”.
Y es que, según expresó: “Obviamente, estábamos intentando zafarnos de eso, pero no pasaba la Policía, no había nadie más en el parque, a pesar de que eran las dos de la tarde. El caso fue que esos manes cogieron los celulares, nos dijeron que iban a dar una vueltica, revisarlos y volvían, pero ya sabíamos que no era así”.
Al intentar seguirles la pista ya no había ni rastro de ellos, pero, recordaron lo sucedido e hicieron un llamado a los bogotanos, tras enterarse de que más personas han seguido siendo víctimas de esta modalidad:
“Cuando a ustedes les pase, de una busquen ayuda, griten, corran o hagan algo porque, si los abordan así, es porque los van a robar”.
Otra modalidad que estarían utilizando los ladrones en Bogotá consiste en hacerse pasar por vendedores informales de perfume: le contamos
En el norte de Bogotá, específicamente en las afueras del almacén Éxito de Marly, se presentó un intento de robo bajo una modalidad inusual que dejó a un ciudadano afectado por sustancias desconocidas. Paula Rojas, maquilladora profesional, relató el suceso a través de sus plataformas digitales, haciendo énfasis en la rapidez con la que ocurrió el incidente, aunque afortunadamente no se concretó el robo de pertenencias.
El acontecimiento tuvo lugar el fin de semana pasado, cuando Rojas y su pareja se aprestaban para realizar compras previas a un asado con amigos. Durante su estancia en la zona comercial cercana a su destino, fueron abordados por un individuo que se presentó como vendedor de perfumes.
Tras ofrecerles probar una fragancia, la pareja experimentó confusión y mareos, lo que indica que posiblemente fueron expuestos a alguna sustancia química a través de lo que se les hizo oler. La pareja logró ingresar al establecimiento antes de que la situación empeorara para el novio de Rojas, quien tuvo que ser asistido por personal de seguridad debido a un malestar significativo.
Este incidente resalta una problemática mayor en la capital colombiana, donde la inseguridad y los métodos innovadores para cometer delitos mantienen en alerta a la ciudadanía. La experiencia compartida por Rojas no solo sirve como testimonio de lo ocurrido sino también como una advertencia para prevenir a otros ciudadanos sobre esta nueva modalidad de delincuencia.
Este caso subraya la importancia de la precaución en espacios públicos y la necesidad de informar sobre cualquier actividad sospechosa para contribuir a la seguridad colectiva. La maquilladora enfatizó en la responsabilidad personal de estar alertas y la rápida actuación que puede evitar consecuencias mayores.