Cada vez se conocen más detalles de John Ferney Cano González, el hombre que asesinó al urólogo Juan Guillermo Aristizábal Vásquez en la Clínica de Medellín el 18 de abril de 2024. En medios de comunicación fue divulgado un texto de 369 páginas en el que explicó lo que padeció como paciente del médico y, ahora, su familia dio detalles de su sufrimiento.
En el programa 10AM de Caracol Radio, la hermana del señalado asesino, Marcela Cano, confirmó que en el documento se evidencia que el rencor que tenía su familiar contra el profesional de la salud empezó cuando le hizo una circuncisión, ya que presentaba dolor en el pene. Al parecer, el procedimiento salió mal y el malestar de Cano González empeoró.
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Las consecuencias lo llevaron a volver a consultar con el médico, pero, presuntamente, exámenes posteriores indicaron que el diagnóstico inicial de Aristizábal Vásquez había sido erróneo.
“Él manifestaba que lo mutilaron, de hecho le salía mucha sangre y pus. En ese proceso de cicatrización volvió donde el doctor para que lo revisara, pero después le salieron con unas condiciones y términos médicos muy raros. Más adelante le extirparon algo del pene y le hicieron el estudio a eso, el cual reflejaba que no era lo que el doctor había diagnosticado, y es que ese médico, sin argumentos y sin exámenes, le hizo un mal procedimiento”, detalló la familiar en el medio radial citado.
Debido a que el dolor que sentía en su pene era insoportable, alcanzó a visitar a 14 especialistas en urología, pero su insistencia fue tanta, que los médicos lo remitían a otros profesionales de la salud para que lo atendieran. La hermana aseguró que hay prueba de ello.
En varias ocasiones manifestó con su familia lo mal que se sentía y la molestia que tenía con el doctor. Incluso, dio pistas de su interés por vengarse debido al procedimiento que le realizó. “Él decía: ‘Esa no se las paso, con esta sí me las paga’”, detalló Marcela Cano al medio.
Su versión fue confirmada también por otro de sus siete hermanos, que dialogó con El Colombiano. Según su relato, Cano González era repetitivo en que quería vengarse del doctor, diciendo que “se las tenía que cobrar”. Esto no solo se lo dijo a su familia, sino también a su psiquiatra, que dejó todas esas afirmaciones registradas.
De hecho, el caso habría llegado hasta la Fiscalía General de la Nación: hubo una audiencia de conciliación, pero el señalado asesino reafirmó su posición en contra del médico. “Ese día, el doctor le ofreció $5 millones de compensación, pero no los aceptó por consejo del abogado que tenía”, precisó el hermano a El Colombiano.
El deterioro de su salud
Cano González indicó a su familia y a los profesionales de la salud que lo trataron, que el dolor que sentía incluso llegó a dispersarse hasta aparecer en su columna vertebral. No obstante, presuntamente, en la primera revisión, un doctor de su EPS aseguró que las molestias que manifestaba en realidad eran mentales, y no físicas. Fue por eso que decidió buscar a un médico particular.
Sin embargo, después de la circuncisión perdió más de la mitad de la sensibilidad en su pene, según detalló el familiar al medio citado. “Ya no podía estar con ninguna mujer, dejó a su novia y no dormía”, dijo. Su salud mental también se vio afectada, pues dejó de hablar y de comer.
Finalmente, Cano González tomó la decisión de vengarse: el 18 de abril acabó con la vida del urólogo, provocó un incendio en el consultorio y se quitó la vida. Su cuerpo fue hallado en uno de los baños del centro médico.