El vehículo de un sacerdote desaparecido en Pereira fue localizado en un estado un tanto misterioso, que genera más preguntas que respuestas sobre su paradero. Darío Valencia, párroco de la iglesia María Auxiliadora en el barrio Turín de la capital de Risaralda había desaparecido el 25 de abril, tras salir supuestamente para vender su camioneta Nissan Frontier, pero las preocupaciones crecieron cuando su móvil fue encontrado apagado tras una cita planificada con un potencial comprador.
Información de las autoridades indican que el automotor fue descubierto un día después, el 26 de abril en el municipio de Viterbo, situado dentro de un lavadero de autos que brindaba un servicio de limpieza profunda.
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Según los reportes, la sillería y cada rincón del vehículo estaban siendo meticulosamente limpiados. Este hallazgo desató la intervención del CTI de la Fiscalía de Pereira, que trasladaron el vehículo a las instalaciones de la entidad de investigación en horas de la noche del mismo día.
Lo que se sabe del párroco
Previo a su desaparición, Valencia tenía programadas varias actividades el día 25 de abril, incluyendo un almuerzo con otro sacerdote y una misa a las 3:00 p. m., a ninguna asistió. La denuncia por su desaparición fue formalizada ante las autoridades, y testimonios adicionales indicaron haber visto la camioneta circulando por el barrio San Fernando Cuba, aunque sin precisión horaria.
Frente a este enigma, amigos y familiares del clérigo tomaron la iniciativa de organizar una búsqueda en Viterbo el 27 de abril a las 11:30 a. m.; no obstante, no se han reportado novedades al respecto.
Por su parte, el medio La Patria, destacó que el director de comunicaciones de la Diócesis de Pereira, el padre Óscar Gutiérrez, explicó que el sacerdote había salido a las 8:30 a. m. para encontrarse con una persona interesada en comprarle un vehículo color beige con placas GKL 427, en la ciudad de Pereira. La preocupación creció cuando se supo que, luego de las 10:00 a. m., el celular del padre Valencia fue apagado, y éste nunca se presentó a la cita para almorzar que tenía con otro sacerdote.
La Fiscalía ha asumido el liderazgo en la investigación del caso, realizando las diligencias necesarias para esclarecer la desaparición. En un esfuerzo conjunto con la Diócesis de Pereira, han organizado recorridos por la ciudad, intentando encontrar alguna pista que lleve al paradero del sacerdote.
Este es Darío Valencia, reconocido por su caridad
Por su parte, el portal informativo de Red+ Noticias, publicó un testimonio de una persona cercana al religioso, en el que se destacó la laboriosidad de Valencia desde hace 30 años, tras haber comenzado sus estudios en un seminario local y haberse formado parcialmente en Italia. “Básicamente, esa es la vida de él, ayudar a la gente. Me da tristeza que digan en redes sociales que es un hombre millonario, cuando a veces no alcanza el dinero en la parroquia, ni siquiera para su salario”.
Sus conocidos lo describen como una persona humilde y generosa, siempre dispuesta a organizar eventos comunitarios y recaudar fondos en beneficio de los más necesitados, desmintiendo así rumores sobre una supuesta fortuna del párroco. La preocupación por su bienestar ha llevado a monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, obispo de Pereira, a declarar oficialmente su desaparición y a asegurar que todas las autoridades pertinentes se han movilizado para localizarlo. La esperanza de que Valencia pueda ser hallado sano y salvo mantiene en vilo a la comunidad que tanto ha beneficiado con su labor.