Colombia estableció restricciones a la importación de carne vacuna y productos cárnicos provenientes de los Estados Unidos, focalizando su atención en aquellos estados norteamericanos que han confirmado casos de influenza aviar en vacas lecheras.
Desde la implementación de esta medida, Colombia se convirtió en el primer país en adoptar una estrategia de limitación comercial dirigida a la carne bovina por razones relacionadas con brotes de gripe aviar, y con esto marcó una pauta significativa sobre el impacto económico global de esta enfermedad.
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La resolución se aplica incluso considerando que el volumen de carne bovina importada desde EE. UU. hasta Colombia es comparativamente bajo. Sin embargo, la medida es reflejo del nivel de precaución que el país está dispuesto a tomar en respuesta al brote de gripe aviar identificado en el ganado bovino estadounidense.
Según la información más reciente proporcionada por el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria del (Usda), actualizada hasta el 22 de abril, la prohibición afecta a productos cárnicos que provienen de ganado sacrificado en varios estados de EE. UU., incluyendo Idaho, Kansas, Michigan, Nuevo México, Carolina del Norte, Ohio, Dakota del Sur, y Texas.
Esta serie de restricciones surgen tras la decisión del Gobierno de EE. UU. de implementar pruebas de detección de gripe aviar en el ganado lechero que se traslada entre estados, buscando así frenar la diseminación de la enfermedad. Aunque hasta la fecha no se ha confirmado ningún caso de influenza aviar en ganado vacuno en EE. UU., la precaución es máxima.
La reacción ante esta medida no se ha hecho esperar. Joe Schuele, portavoz de la Federación de Exportación de Carne de Estados Unidos, indicó que Colombia representa el único país hasta el momento que estableció restricciones a las importaciones de carne bovina estadounidense debido al brote de gripe aviar.
Schuele manifestó su inquietud respecto al impacto económico que estas restricciones podrían ocasionar tanto a exportadores como a los consumidores colombianos, señalando la aparente falta de justificación científica para tales medidas.
¿En qué consiste la gripe aviar?
La gripe aviar, conocida también como influenza aviar, es una enfermedad viral que afecta principalmente a las aves, pero que en determinadas condiciones puede transmitirse a los seres humanos, representando un riesgo para la salud pública. Los síntomas en las aves incluyen problemas respiratorios, diarrea, disminución del apetito y la puesta de huevos, así como un aumento en la mortalidad del ave afectada.
En humanos, los síntomas pueden variar desde una infección leve de las vías respiratorias superiores hasta formas graves de neumonía, que pueden ser mortales. La transmisión de la gripe aviar de aves a humanos puede ocurrir por el contacto directo o cercano con aves infectadas (vivas o muertas), su entorno contaminado o materiales como ropa y utensilios contaminados con sus secreciones.
Para prevenir la transmisión de la gripe aviar, se recomiendan varias medidas:
- Evitar el contacto directo con aves que puedan estar infectadas, lo que incluye no tocar aves muertas o enfermas sin protección adecuada.
- Mantener una buena higiene personal, lavando las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente después de estar en contacto con aves o su entorno.
- Utilizar equipo de protección personal (EPP) cuando se manejen aves o se esté en áreas donde puedan encontrarse aves infectadas.
- Cocinar completamente las aves de corral y los huevos antes de su consumo, ya que el calor destruye el virus.
Es importante que tanto los consumidores como los productores de aves sigan las directrices de las autoridades sanitarias y agrícolas para minimizar el riesgo de transmisión de la gripe aviar y proteger tanto la salud humana como la avícola.