El señalado pederasta Stefan Andrés Correa fue presentado ante una corte federal de Miami, en el sur de la Florida (Estados Unidos). El ciudadano norteamericano, de origen ecuatoriano, es señalado por ser parte de una red de prostitución infantil en Medellín.
En la audiencia de detención, que se llevó a cabo para establecer el futuro del señalado mientras avanzan las investigaciones en su contra, se estableció que continuará privado de la libertad en el sur de la Florida.
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Las autoridades del país donde se ejecutó la captura investigan a Stefan Andrés Correa por los delitos de intento de tráfico sexual de menores e intento de viajar para participar en conducta sexual ilícita.
Vestido de preso y sin la compañía de su esposa, algún familiar o allegado, el procesado escuchó las instrucciones de la magistrada federal encargada del caso.
La defensa del señalado no se opuso a la determinación de la justicia. En la audiencia además se definió que el viernes 3 de mayo, es decir en ocho día, se realizará la diligencia de lectura de cargos.
En esa audiencia además se escuchará a Stefan Correa, para declarase culpable o inocente de los cargos por los que se le acusa. De ser hallado culpable, el señalado podría enfrentar una pena mínima de 15 años de cárcel, con la posibilidad de ser condenado a cadena perpetua.
El pederasta Stefan Correa tendría información de los capos de la prostitución infantil en Medellín
Además de conocer la decisión de la justicia estadounidense en este punto del proceso, también se conocieron otros detalles del caso que tiene a las autoridades de ambos países trabajando en conjunto.
El hombre, de 42 años, es considerado por los investigadores como una ficha clave para establecer cuáles son y cómo operan las redes de prostitución infantil en Medellín. Es decir, Correa sería el hilo del que van a tirar las autoridades para desmantelar lo que sería una gran red trasnacional.
Teniendo en cuenta el material probatorio que se ha aportado, que incluye videos y fotografías, así como conversaciones comprometedoras entre varios actores del entramado de explotación sexual, Stefan Andrés Correa tendría información sobre los capos de la prostitución infantil en Medellín.
Especialmente las conversaciones, y otros datos hallados en los dispositivos telefónicos que utilizaba el señalado, los investigadores encontraron indicios para identificar a quienes estarían en la cabeza de estas redes de explotación sexual que operan en la capital de Antioquia.
Según revelaron medios como W Radio y la revista Cambio, en las conversaciones que el capturado sostenía con otras personas, tanto colombianas como estadounidenses, Correa pagaba hasta 300 mil pesos a las proxenetas intermediarias que ofrecían a niñas de once años en adelante para sostener encuentros sexuales con extranjeros.
En algunos de los chats que se conocieron en los últimos días, el detenido y las proxenetas no solo acordaban los encuentros, sino que discutían detalladamente los vejámenes a los que serían sometidas las menores de edad y los regalos que les ofrecían a cambio de su “colaboración”.
De acuerdo con lo establecido por las autoridades, este sujeto habría ingresado a Colombia en al menos 45 oportunidades en los últimos dos años. Así mismo, se encontró que el los dispositivos móviles que tenía había varios videos con contenido sexual de menores de edad, incluso, él aparecería en algunos de los clips.
La captura de este estadounidense se dio gracias a la colaboración entre las autoridades de ambos países, en medio de un momento coyuntural que atraviesa Medellín por los altos índices de explotación sexual y las múltiples denuncias que se han recibido en los últimos meses y que, a su vez, han conducido a algunas capturas.
Este flagelo que afecta a la ciudad no es algo novedoso, pues se ha registrado desde hace años; sin embargo, con la lupa de las autoridades internacionales sobre Medellín, se busca desmantelar de raíz las redes de prostitución infantil.
Con ese objetivo en la actualidad ministerios de Estados Unidos, como el Departamento de Justicia y el de Seguridad Interior, trabajan de manera articulada con el servicio de aduanas (CBP por sus siglas en inglés) y la oficina de cooperación judicial de la Embajada de Estados Unidos en Bogotá.
Así mismo, colaboran por parte de Colombia, la Policía Nacional, Migración Colombia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Alcaldía de Medellín.