La situación de violencia y ataques criminales en el Cauca sigue siendo alarmante, mostrando una falta de control por parte del Estado. En un nuevo video revelado este miércoles 24 de abril, se evidencia un violento ataque con ráfagas de fusil contra una estación de Policía en Caldono, Cauca, cercana a Popayán, de acuerdo a información obtenida por la Revista Semana.
Este es el sexto hostigamiento registrado en el Cauca en las últimas dos semanas, lo que subraya la gravedad de la situación en esta región. Los ataques son perpetrados por disidencias de las Farc, que operan sin ningún tipo de control por parte del gobierno colombiano.
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La insurgencia en el Cauca ha mostrado su fuerza con detonaciones de carros bomba en la carretera Panamericana y en el municipio de Miranda, así como ataques con fusiles a policías en Corinto y Caloto. Además, imponen restricciones en las principales vías y emiten permisos de circulación bajo su control.
Un equipo periodístico de la Revista Semana realizó un recorrido por diversas zonas del Cauca, encontrándose con retenes de grupos ilegales como los frentes guerrilleros Dagoberto Ramos, Jaime Martínez y Carlos Patiño (Disidencias Farc). Fueron intimidados y obligados a abandonar la región en varias ocasiones.
Las áreas bajo el control de estas disidencias son de acceso restringido, con normas estrictas como límites de velocidad y toques de queda. Los residentes muestran lealtad a las Farc, evidenciada en la presencia de símbolos y pancartas en las calles.
La violencia en el Cauca se traduce en un promedio diario de tres detenciones, un asesinato y múltiples desapariciones. Los comerciantes y agricultores son víctimas de extorsión, siendo detenidos por horas hasta que sus familias pagan grandes sumas de dinero.
La situación plantea un desafío significativo para el gobierno colombiano, que parece tener poco control sobre estas áreas abandonadas del país. La necesidad de medidas efectivas para abordar esta violencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos es urgente.
Las “zonas de control” de las disidencias de las Farc
El delegado para los Derechos Humanos de la Procuraduría, Javier Sarmiento, expresó una seria preocupación por el uso de ciertos términos por parte de las disidencias de las Farc en sus comunicados al país.
Sarmiento ha señalado su inquietud ante la referencia de “puestos de control” y zonas “bajo el control político y militar” de este grupo ilegal, que se encuentra en medio de negociaciones de paz con el Gobierno. De hecho, el funcionario calificó como “insólitos” estos términos que utilizan las disidencias de las Farc.
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“Nos preocupa que las disidencias de las Farc estén hablando de puestos de control y registro. Peor aún, que manifiesten tener control e injerencia militar y política en las zonas rurales de nuestro país. Es un grupo con el que se está adelantando unos diálogos de paz, por lo cual solicitamos y exigimos al Gobierno nacional que tome medidas inmediatas”, declaró Sarmiento.
Según admitieron los subversivos, al encontrarse en un área rural del municipio de Santander de Quilichao, los integrantes del EMC los secuestraron. “La ruptura al cese al fuego pone en riesgo a militares, policías y demás funcionarios del Estado”, enfatizó el documento firmado por el frente Dagoberto Ramos del Bloque Occidental, aludiendo a un contexto mayor de tensión y riesgo para aquellos que transitan o realizan labores dentro de las áreas de influencia del grupo disidente.