El sector vivienda vive su peor época, que no se evidenció ni con la llegada de la pandemia por el covid-19. Según el presidente de Camacol, en marzo de 2023 se vendieron 10.500 unidades menos que en el mismo periodo de 2020, generando una alarma, debido a la importancia de este sector para la economía colombiana.
El presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Guillermo Herrera, en entrevista con Portafolio, dijo que en febrero de 2024, 50.100 personas dejaron de trabajar para el sector, y se prevé que el panorama empeore.
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El ejecutivo aseguró que en 2011 el sector de la construcción generó alrededor de 1.100.000 empleos, en 2022 más de 1.500.000; sin embargo, la cifra cambió y hoy los pronósticos son en negativo: “No hay que ser genio para entender que estamos poniendo en riesgo el empleo de 500.000 colombianos que dependen de la construcción”.
“Estamos perdiendo capacidad para generar empleos. De acuerdo con el Dane y cálculos de Camacol, para 2023, en promedio mensual, el sector de la construcción estaba generando 19.000 empleos mensuales, casi que una tercera parte de lo que se generaba en 2022 y menos de la mitad de lo que teníamos antes de pandemia”, complementó Herrera.
De acuerdo con Herrera, son más de 20 meses de caídas en el sector, que se ha visto impactado por el declive en las ventas de vivienda, los lanzamientos y las iniciaciones. Un factor crítico en esta crisis es el alto índice de desistimiento en la adquisición de viviendas de interés social (VIS), que ha superado las 30.000 unidades en el último año, representando el 33,7% de las ventas.
“Estas caídas en ventas y en iniciaciones se han prolongado más, esto apenas empieza a mover la bolita del deterioro de las iniciaciones. Tenemos 21 meses de caídas en ventas y 13 de caídas en iniciaciones. Deberíamos esperar si las iniciaciones van a seguir cayendo y si los empleos empiezan a caer”, declaró el líder del sector de la construcción al medio citado.
Factores como las elevadas tasas de interés y los cambios en el programa de subsidios Mi Casa Ya, también han influido en la decisión de las familias de abandonar la compra de viviendas, según expuso el presidente de Camacol.
Agregó que, luego de los ajustes en la política de vivienda en 2023, el sector experimentó una contracción significativa, pasando de vender 145.000 unidades a poco más de 90.100, y el 70% de los subsidios continúan en manos de las empresas más grandes, sin lograr una distribución eficaz hacia las regiones más remotas.
“En el último año, hasta marzo de 2024, los desistimientos se han incrementado en un 50% para los compradores de vivienda VIS, que son hogares que están en el rango de ingresos de menos de dos salarios mínimos y hasta cuatro salarios mínimos mensuales”, puntualizó el presidente de Camacol, al medio mencionado.
El presidente de la entidad enfatizó que no hay un plan de reactivación por parte del Gobierno nacional, por lo que ha pedido que las acciones estatales se realicen con urgencia para que no haya mayor pérdida de puestos de trabajo: “Esto nos hace llamar la atención de las autoridades responsables de la política de vivienda y económica para que los planes de reactivación que se han venido anunciando resultan más que urgentes en este momento para evitar un mayor deterioro del empleo”, según citó El Tiempo.
Y añadió que no es una opción esperar a que las tasas de interés bajen “para que el sector vuelva a tener un comportamiento óptimo” y, por último, se refirió a la gestión de la ministra de Vivienda, Catalina Velazco Campuzano:
“Con todo el respeto que le corresponde al presidente, él debe evaluar la gestión de sus ministros. Más allá de los subsidios, le corresponde al presidente decidir, evaluar y mirar la gestión a cargo de la ministra en su aporte a la reducción de la pobreza, generación de empleo y reducción del déficit habitacional”, concluyó.