Stefan Andrés Correa, el farmaceuta que viajaba para abusar de menores en Medellín, fue presentado ante un juez en Estados Unidos

En martes 23 de abril se llevó a cabo la audiencia en contra el ciudadano estadounidense, Stefan Andrés Correa, quien había ingresado a Colombia en 45 oportunidades desde el 2023 con el fin de sostener relaciones sexuales con menores de edad.

Su captura se logró en el aeropuerto de Miami (Estados Unidos) el viernes 19 de abril cuando el extranjero de 42 años intentaba abordar un vuelo con destino a Medellín, que tenía escala en Bogotá.

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Stefan Andrés se dedicaba a la industria farmacéutica y fue acusado penalmente por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos por “intento de tráfico sexual de un menor e intento de viajar para participar en conducta sexual ilícita”.

El estadounidense fue imputado por los delitos de intento de tráfico sexual de un menor e intento de viajar para participar en conducta sexual ilícita, según el Departamento de Justicia.

A través de sus redes sociales, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, expresó sobre el caso de Stefan Andrés Correa: “En Medellín enviamos un mensaje claro a quienes nos visitan: aquellos que vengan a explotar sexualmente a nuestros niños y niñas, no solamente no son bienvenidos, sino que los perseguiremos hasta capturarlos”.

El mandatario local aseguró que la captura del extranjero de 42 años fue gracias al trabajo articulado “que adelantamos desde la Alcaldía de Medellín, de la mano con la Embajada de Estados Unidos la Policía Nacional, en la lucha contra la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes”.

Además, el alcalde de Medellín confirmó que, en caso de ser declarado culpable, Correa podría enfrentar una sentencia mínima obligatoria de 15 años de prisión, con la posibilidad de recibir una sentencia máxima de cadena perpetua.

Por su parte, el coronel Edwin Urrego, director de la Dijín, dio a conocer detalles de la investigación que se adelantó en coordinación con autoridades de los Estados Unidos.

“Esta investigación sobre Stefan Correa se inicia cuando estábamos desplazándonos con las menores y allí aparece otra menor manifestando lo que acontecía con este individuo (…) Tenemos un grupo investigativo que trabaja de manera articulada con agencia de los Estados Unidos y empezamos a intercambiar información, es así como se logra detectar saliendo de Miami. Cuando se revisa su celular tenía videos explícitos de menores de edad”, indicó el oficial.

En un impactante caso de abuso y tráfico de menores revelado por la emisora W Radio, se han expuesto conversaciones en las que un extranjero de 42 años negociaba con una mujer, identificada como proxeneta, para abusar sexualmente de niñas de entre 10 y 11 años en la capital antioqueña.

El estadounidense ofertaba la suma de 300.000 pesos (aproximadamente 80 USD) y dispositivos móviles como el iPhone 7 u 8 a cambio de encuentros con las menores.

Las transcripciones de los chats ponen de manifiesto cómo el acusado especificaba sus depravadas preferencias, solicitando niñas “flaquitas, blancas y bajitas” y asegurándose de que estuvieran dispuestas a “llegar hasta el final”. “Ya sabes mi gusto, flaquita,” expresó en un momento dado, cuestionando además sobre la edad exacta de las niñas y cuándo cumplirían años.

La dinámica del acuerdo entre el abusador y la proxeneta era escalofriantemente meticulosa. En una ocasión, al ser informado de que una de las menores parecía titubear en su decisión, ofreció un iPhone XS adicional como incentivo. Este intercambio revela un nivel de planificación y premeditación espantoso por parte de los implicados en el crimen.

“Ok, entonces, (300.000 pesos) para ti y (300.000 pesos) para ella y un iPhone 7 u 8 Plus. Necesitas estar en el baño, por favor, para que haya privacidad porque probablemente volverá a llorar del dolor. Así sabrá que no hay vuelta atrás,” manifestó el sospechoso en una de las comunicaciones, dejando en claro su intención de abusar sexualmente de las menores sin importar el dolor y sufrimiento ocasionado.

Además, el criminal expresó con frialdad en otro segmento de los chats su disposición a emplear la violencia y la coerción durante los actos de abuso, llegando a afirmar: “Para ser honesto, lo haré completamente y terminaré dentro de ella. No quiero que ella diga ‘no’ o ‘hasta donde puedes llegar’”.

Esta declaración no solo subraya la gravedad de sus intenciones, sino también el profundo daño psicológico y físico al que las víctimas estarían expuestas.