En un esfuerzo por restaurar la seguridad y el orden en el municipio de Dosquebradas, Risaralda, la Alcaldía, en conjunto con la Gobernación, y un propietario particular, comenzaron la limpieza de un lote de aproximadamente 20.000 metros cuadrados ubicado detrás el Centro Administrativo Municipal (CAM).
Desde el 19 de abril, maquinarias como una retroexcavadora de oruga y un buldócer han sido desplegadas para acondicionar el espacio, que anteriormente era escenario de consumo de sustancias psicoactivas y actos sexuales, hecho que fue catalogado mediáticamente como “motel a cielo abierto”.
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La decisión de intervenir el lote surgió tras múltiples denuncias por parte de la comunidad circundante, alarmada por la degradación de la zona y los riesgos para la salud pública y seguridad que representaba. Roberto Jiménez Naranjo, alcalde de Dosquebradas, enfatizó la importancia de esta operación para eliminar un espacio que se había convertido en un punto de encuentro para actividades ilícitas y potencialmente peligrosas, comprometiendo la tranquilidad y el bienestar de los vecinos, especialmente los niños.
El alcalde Jiménez Naranjo subrayó el compromiso del municipio con la seguridad de sus ciudadanos, indicando que acciones como esta refuerzan la determinación de la administración para garantizar un entorno seguro y libre de focos de inseguridad. Con este proyecto, se busca no solo la limpieza del área, sino también prevenir futuras incidencias de actividades perniciosas, mejorando así la calidad de vida en el sector y reafirmando el derecho de los habitantes a un espacio público seguro.
La operación de limpieza y saneamiento del lote no solo refleja el esfuerzo coordinado entre diversas entidades gubernamentales y propietarios, sino también la respuesta activa del gobierno local ante las preocupaciones y necesidades de la comunidad. Este tipo de acciones forma parte de una estrategia más amplia de seguridad y desarrollo urbano, con miras a promover un ambiente saludable y próspero para todos los residentes de Dosquebradas.
Hasta el momento, se desconoce si hay algún plan de construcción para el aprovechamiento de este espacio, pues es de propiedad de particulares.
Cafetería colombiana en España lleva tradición cafetera de Risaralda desde 1936
En Chinchón, España, se ubica la cafetería Tomeguín y Colibrí, establecida por una familia colombiana que se ha dedicado al café desde 1936.
Inaugurada en Semana Santa de 2022, esta cafetería no solo destaca por ofrecer café de alta calidad, sino que también supervisa toda la cadena de producción, desde el cultivo hasta la extracción. La historia de este establecimiento, dirigido por generaciones sucesivas de la familia Muñoz, enfatiza el compromiso con la trazabilidad y la excelencia del café.
La Finca Alto de Plumas, localizada en Santuario, Risaralda, es el corazón de este emprendimiento. Luis Fernando Muñoz, custodio actual de esta tradición, maneja una extensión de 120 hectáreas de terreno dedicadas al cultivo de café. Este proceso completamente artesanal, que requiere la recolección manual de los granos, es llevado a cabo por un equipo de 15 personas. Este meticuloso cuidado del producto asegura un café de especialidad, caracterizado por su baja concentración de cafeína y notas frutales y de chocolate, dependiendo de la variedad.
En la cafetería, situada a kilómetros de distancia en Europa, se honra la riqueza del paisaje cafetero colombiano ofreciendo tres variedades de café arábico. Entre ellas, se destaca un tipo Colombia bourbon pointu (laurina), reconocido por su bajo contenido de cafeína. Según relata Natalia Muñoz, una de las responsables del negocio en Chinchón, el empeño y la calidez humana son pilares fundamentales para este proyecto familiar. La acogida de la clientela, incluyendo a la población local y visitantes, ha sido significativo para el crecimiento y buena recepción de la cafetería.
La historia de la Finca Alto de Plumas y la familia Muñoz Noreña es ampliamente reconocida en el mundo del café, evidenciando el respeto y la pasión por cada etapa de producción de sus granos. Además, el equipo encargado de la finca tiene una amplia experiencia y conocimiento en la selección y tostión, garantizando un producto final de inigualable calidad.
Este legado familiar, que combina tradición y modernidad, refleja el fuerte vínculo entre Colombia y España en el ámbito de la cultura del café, mostrando cómo el esfuerzo y el conocimiento transmitido de generación en generación pueden trascender fronteras y enamorar paladares a miles de kilómetros de distancia. La historia de Tomeguín y Colibrí subraya la importancia de la procedencia, el cuidado, y la pasión por el café, agregando a la experiencia de cada taza una rica herencia familiar.