Estos son los 5 destinos más románticos de Colombia para una boda de ensueño

La elección del lugar donde se llevará a cabo una boda es uno de los aspectos más significativos en la planificación de este trascendental evento. No solo establece el telón de fondo para el día más importante en la vida de una pareja, sino que también infunde el tono de la celebración, convirtiendo cada momento en inolvidable. Es por ello, que el escenario elegido se convierte en un reflejo del romance y los valores compartidos entre los novios, marcando la diferencia entre una simple ceremonia y una experiencia memorable.

Colombia, con su diversidad geográfica y riqueza cultural, emerge así como un destino idóneo para parejas que buscan sellar su amor en un escenario tan único como su relación. Desde playas cristalinas en el Caribe hasta majestuosos paisajes andinos y ciudades coloniales llenas de historia, el país despliega una gama de opciones para las parejas que buscan un matrimonio lleno de encanto y autenticidad.

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Si usted es de los que está a punto de dar el ‘sí, acepto’, pero no sabe que destinos colombianos serían perfectos para su boda de ensueño, la plataforma de viajes, Booking, entregó un listado de algunos de los sitios más encantadores del país que puede tener en la mira en su viaje a la vida en pareja. A continuación, le contamos de cuáles se tratan:

Casarse en Zipaquirá significa vivir una experiencia donde lo divino y lo terrenal se fusionan de forma excepcional. Este pintoresco pueblo, localizado a corta distancia de Bogotá, brinda un entorno sin igual para la celebración de enlaces matrimoniales. En su núcleo se erige la impresionante Catedral de Sal, un monumento arquitectónico tallado en el corazón de una mina de sal subterránea. Imagine intercambiar votos en un ambiente rodeado por muros de sal, bajo la tenue iluminación que realza su singular belleza.

Pereira emerge como el destino ideal para parejas en busca del lugar perfecto para jurarse amor eterno, ofreciendo desde históricas haciendas cafeteras con panorámicas deslumbrantes de las plantaciones de café hasta elegantes hoteles boutique y resorts que prometen bodas de ensueño con paquetes todo incluido.

La ciudad también se enorgullece de sus espacios al aire libre como el Parque El Lago y el Jardín Botánico, que sirven de lienzos naturales para ceremonias nupciales, mientras que los restaurantes y fincas campestres próximos a Pereira brindan un ambiente más íntimo y acogedor para celebraciones de menor envergadura, asegurando así una variedad de opciones para todo tipo de bodas.

Esta ciudad, que mezcla historia y romanticismo, ofrece una diversidad de locaciones espectaculares, desde la emblemática Casa 1537 y el Teatro Adolfo Mejía hasta el Baluarte de San Francisco Javier y el Centro de Convenciones, sin olvidar las históricas iglesias y conventos del casco antiguo con su arquitectura colonial. Los lujosos hoteles y resorts frente al mar, junto a sus idílicas playas de arena blanca y aguas turquesas, completan el escenario perfecto para una boda tropical inolvidable.

El Cabo de la Vela, joya de La Guajira, se destaca por su impresionante belleza natural, donde los vastos desiertos de arena dorada se fusionan con las aguas cristalinas del mar Caribe. Este rincón único ofrece a las parejas la oportunidad de celebrar su unión en un ambiente sereno, lejos del bullicio, acompañados únicamente por la melodía del viento y el rumor de las olas como banda sonora.

Los enamorados pueden escoger entre dar el ‘sí' en una ceremonia al atardecer en la playa, con el sol despidiéndose en un espectáculo de colores cálidos, o bien, optar por un enlace bajo el manto estrellado en un campamento wayúu, sumergiéndose así en la cultura y la espiritualidad de la región.

El embalse de Neusa se erige como un oasis de paz y naturalidad, ofreciendo a las parejas un escenario idílico para jurar amor eterno. La posibilidad de celebrar la unión sobre un muelle flotante, con las tranquilas aguas del embalse como testigo y el atardecer dorando el cielo, añade un toque incomparablemente romántico. Alternativamente, las ceremonias pueden llevarse a cabo en medio de un prado verde, o dentro de las acogedoras cabañas que bordean el embalse, brindando un ambiente íntimo y encantador.