La inseguridad continúa siendo un problema persistente en Bogotá. A través de redes sociales, decenas de personas denuncian a diario casos de hurto, ya sea perpetrados a mano armada, por cosquilleo, formas de estafa, entre muchas otras modalidades.

En medio de este panorama, ha surgido una iniciativa por parte de un emprendimiento colombiano para combatir los robos callejeros. Se trata de un bolso con forma de teléfono, diseñado con el objetivo de evitar que los ciudadanos sean víctimas de los raponazos.

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En un video publicado en la cuenta de TikTok de la tienda, se muestra una simulación de un robo desde una motocicleta, seguido por la demostración de cómo el diseño del bolso puede prevenir esa situación. Este bolso tiene la apariencia de un teléfono fijo antiguo, funcional y se utiliza conectándolo con el dispositivo móvil, permitiendo su uso sin la necesidad de sacar el aparato en público.

Este emprendimiento ha recibido tanto críticas como elogios. Algunos de los ciudadanos comentaron que su tamaño no era cómodo, debido a que era muy grande. “¿No tienen uno más pequeño, tipo cabina?”, se lee, de forma irónica, en la publicación.

Mientras que otros alegan que no sería útil: “En Bogotá te arrastran con bolso y todo”, comentó una usuaria identificada como Andrea. “Bueno, ¿y no es mejor usar audífonos”, se sumó otro internauta.

En cambio, otros comentaron que era una forma innovadora de burlar a los ladrones y preguntaron por la forma en la que funcionaba: “El teléfono [fijo en el bolso] trae un cable auxiliar para conectar en tu móvil y es 100% funcional, puedes contestar tus llamadas desde el bolso”, respondieron los dueños del emprendimiento.

El hurto, en sus diversas modalidades, es un delito que preocupa a las autoridades. Según la Policía Nacional de Colombia, el hurto a personas implica el apoderamiento de bienes que pertenecen a un individuo.

Los investigadores Edith Medina y Pedro Ortiz hicieron un análisis sobre las denuncias presentadas ante la Policía Nacional en Bogotá, en un periodo de cuatro años encontraron que tres modalidades de hurto eran especialmente comunes: el atraco, el cosquilleo y el raponazo.

Este último se lleva a cabo cuando “se quita el teléfono celular de la mano de su dueño, o se hurta del lugar donde este lo puso mientras está desprevenido, y luego el delincuente sale corriendo del lugar para no ser alcanzado”. De hecho los delincuentes que actúan bajo esta modalidad suelen ir en bicicletas o motocicletas para huir más rápido del lugar.

De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el robo de teléfonos móviles se ha vuelto una forma común de delito, con tasas alarmantes especialmente en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali. En estos lugares, el robo de celulares representa entre el 30% y el 60% de los crímenes perpetrados contra individuos.

El concejal Julián Uscátegui, del partido Centro Democrático, expresó que los hurtos de celulares en la capital colombiana siguen siendo un problema. De acuerdo con los datos presentados por Uscátegui, en los primeros 100 días de 2024 se han denunciado 22.196 robos de teléfonos móviles, en comparación con los 48.947 reportados durante todo el año anterior. Esto indica que este delito en lo corrido del año representan el 45% de los casos del año anterior.

El concejal también señaló un preocupante aumento en el subregistro de denuncias, estimando que el 50% de las víctimas de delitos optan por no reportarlos. Mientras tanto, la administración de Galán ha afirmado en diferentes ruedas de prensa sobre seguridad que las denuncias de delitos han aumentado, aportando a un mayor registro de los crímenes como el hurto o la extorsión.

En paralelo a esta situación, los robos con motocicletas continúan siendo una preocupación en Bogotá. Durante el primer mes de 2024, se registraron 750 robos perpetrados por individuos a bordo de motocicletas, según datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad a la concejal Diana Diago. La localidad de Suba encabeza la lista de estos incidentes, seguida por Engativá, Kennedy, Usaquén, Chapinero, Bosa y Fontibón.