Durante las últimas semanas de abril, la posibilidad de un racionamiento energético en Colombia ha generado discusiones debido al bajo nivel de los embalses en el país, ya que el 66% de la energía en Colombia proviene de hidroeléctricas.
El operador XM informó que el nivel más bajo de los embalses fue de 28,65% el 19 de abril, situando al país a solo 1,65 puntos porcentuales de un eventual racionamiento.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Aunque las lluvias han contribuido al aumento del nivel de los embalses y han reducido la preocupación, se ha centrado la atención en evitar futuras crisis energéticas, especialmente relacionadas con situaciones de sequías producidas por el fenómeno de El Niño.-
El 10 de abril, Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá (GEB), advirtió sobre una posible crisis energética en la capital en 2026. Incluso, anticipó que un eventual racionamiento empezaría en 2025: “A partir del próximo año, si no construimos la infraestructura rápida, Bogotá va a quedar sujeta, como quedó el Caribe, a recortes programados”, dijo Ortega en el Canal Uno.
El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, se refirió a estas declaraciones y alertó sobre retrasos de hasta 15 años en varios proyectos de transmisión de energía, particularmente en el área oriental de Bogotá. Según dijo, estos son cruciales para el desarrollo energético y el suministro en la ciudad. Uno de los principales proyectos que podría salvar a la ciudad es el ubicado en Cota, según conoció DataiFX. No obstante, este no ha avanzado conforme lo planteado originalmente.
Camacho expresó optimismo sobre resolver los problemas que tienen los proyectos con la Autoridad de Licencias Ambientales (Anla), aunque reconoció dificultades sociales y ambientales en algunas áreas de construcción. ”Nosotros venimos trabajando en varias de estas líneas y esperamos muy rápidamente avanzar en algunas que no tienen tanta complejidad”, dijo el ministro a RCN.
Por su parte, Ortega reiteró la importancia de que estas líneas de transmisión estén operativas para 2026, ya que la energía necesaria para Bogotá no se produce regionalmente y se requerirá una mayor importación. Advirtió que de no estar en funcionamiento para entonces, podría no haber capacidad suficiente para satisfacer la demanda energética de la ciudad.
Así será el cobro por derroche de energía en Colombia
Justamente, el alcalde Carlos Fernando Galán se unió en la tarde del 22 de abril con el ministro Camacho con el propósito de discutir esa situación. Galán indicó que la administración hablará con las comunidades que expresan su descontento sobre los nuevos proyectos de expansión de la oferta energética.
Margarita Gómez, líder comunitaria con una década de experiencia en proyectos energéticos, destacó las preocupaciones de las comunidades afectadas por iniciativas del Grupo Energía de la capital. Se refirió a 22 municipios en Cundinamarca, 11 en Santander y 5 en Boyacá que tendrían riesgos ambientales y en la salud local. “Estamos hablando de especies endémicas en riesgo de extinción y del impacto en la producción de agua”, afirmó.
Por otro lado, las medidas para desestimar el consumo de energía siguen. A partir del ciclo de facturación del 15 de abril en adelante, se implementarán cargos adicionales para los usuarios colombianos que excedan el promedio mensual de consumo según su factura. Para los estratos 1 a 3, el costo será un 30% más alto por cada kWh consumido, mientras que para los estratos 4 a 6, el incremento será del 50% por kWh. En el caso del sector comercial e industrial, se aplicará un aumento del 100% en el costo por kWh consumido.
¿Por qué se está acabando la energía para Bogotá?
El crecimiento exponencial de viviendas y empresas en municipios cercanos a Bogotá, junto con la falta de licencias ambientales para la construcción de la infraestructura necesaria, ha generado una alerta sobre la posibilidad de racionamiento energético en la capital colombiana.
Juan Ricardo Ortega señaló que los apagones son “costosos y traumáticos”, especialmente para personas de ingresos medios y bajos, quienes dependen en gran medida de la electricidad en su día a día. “Hoy todos dependemos de la electricidad, los efectos del cambio climático y algunos inconformismos presentados por las comunidades en contra de la construcción de la infraestructura para el abastecimiento de energía alegando daños al medio ambiente”, dijo el presidente del GEB para Canal Uno.
En línea con estas preocupaciones, José Ignacio López, director de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), advirtió que un racionamiento afectaría mucho más la economía que en décadas anteriores, debido a la mayor dependencia de la electricidad en los sectores productivos.
En ese sentido, Max Henriquez, meteorólogo, explicó que la compleja situación energética y hídrica se debe a la falta de proyectos de expansión para satisfacer la creciente demanda ciudadana. Hizo una analogía entre esta situación y el acto de gastar más dinero del que se recibe en un salario, lo que lleva a un colapso en el suministro de energía para uso humano, similar a una “bancarrota”.
Henriquez señaló que una ventaja para Colombia es el sistema energético interconectado permite traer energía de otras regiones en caso de necesidad en una zona específica. Por eso, el problema podría manifestarse a mediano plazo, y no a corto, si no se abordan adecuadamente estas preocupaciones.