Tal parece que la molestia entre los funcionarios del Gobierno nacional por el impacto de las manifestaciones del domingo 21 de abril continúa. Así quedó evidenciado tras los señalamientos del director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, que dos días después sigue lanzando dardos a los que hicieron parte de las movilizaciones, que sacaron más de 400.000 personas las calles.
En su perfil de X (antes Twitter), que se ha convertido en su trinchera mediática pese a que es empleado del Estado, y tiene claras restricciones para participar en actividades políticas y proselitistas, el libretista y exsenador que aterrizó en el gabinete se despachó contra quienes emplearon el rostro del primer mandatario en pancartas, pasacalles y otros elementos visuales para señalar su descontento.
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“¿Qué tipo de diálogo se puede emprender con cavernícolas? Si la educación de este país, impartida por los que ellos defienden, hubiera funcionado, sus corazones no estaría tan repletos de odio”, publicó en su cuenta, al hacer eco de uno de los videos que han surgido de la movilización, en la que se ve la furia de algunos protestantes con la figura del primer mandatario, que fue blanco de la descarga de algunos.
Con ello, uno de los principales escuderos del mandatario se sumó a la ola de pronunciamientos de quienes buscan deslegitimar, con estas publicaciones, el impacto de las marchas, en las que no solo los partidos políticos que se oponen a las reformas del Ejecutivo se manifestaron; también lo hicieron los ciudadanos del común, que acudieron en masa a los puntos de encuentro en las grandes metrópolis para marchar.
¿Estrategia para restarle impacto a la marcha?
Entre ellos el propio Petro, que con sendos pronunciamientos en sus redes sociales ha buscado, de forma insistente, que no se hable de la cantidad de personas que se volcaron a las calles, sino del comportamiento de algunos marchantes, que hicieron saber su descontento con el Gobierno con una serie de acciones que fueron utilizadas por el gobernante para exponer, según él, lo que sería un “discurso del odio”.
“El uribismo va hacia la santa inquisición política. Los que no piensan como sus jefes, los queman. No señores, Colombia es y será una democracia pluralista”, fue uno de los comentarios que hizo el presidente de los colombianos, que ha sido enfático en señalar que lo que buscan con este tipo de movilizaciones es derrocarlo de su cargo, pues haría parte de la estrategia de un golpe blando en su contra.
Es preciso decir que, tras la acogida que tuvieron estas manifestaciones en todo el territorio nacional, de parte del presidente y su gabinete se ha impulsado para que los sectores afines a su gestión se movilicen en la jornada del 1 de mayo: que es habitual por ser la conmemoración del Día del Trabajador en Colombia y en el mundo, pero que para Petro sería la oportunidad perfecta de medirse en la escena pública.
“Les solicitaré este primero de mayo a los trabajadores y las trabajadoras que me permitan hablar en su tribuna de la Plaza de Bolívar. Iré como antes, caminando, espero que me acompañen en todo el país, será un caminar por la dignidad laboral”, indicó Petro el sábado 20 de abril; en la previa de la jornada pactada por los sectores opositores y ciudadanos inconformes, que superó las expectativas generadas.
Este pedido lo hizo basado en lo que, en su concepto, es la movilización general de la ciudadanía. “Y de allí el poder constituyente, que es el poder del pueblo”, afirmó el jefe de Estado, que está convencido, pese a las duras críticas que lo acusan de querer aprovecharse de una convocatoria que es habitual año a año, de ser un “día hermoso para mostrar el poder de las gentes que trabajan”.