En el transcurso de una audiencia llevada a cabo el pasado sábado 20 de abril, Alejandro Arias, más conocido por sus alias Pure y Cojo, fue acusado formalmente por el asesinato de Jaime Vásquez, un veedor ciudadano y líder social en la ciudad de Cúcuta.
Durante la sesión judicial, presidida por la jueza Vivian Polanía, conocida en redes sociales por ser protagonista de varios escándalos en redes sociales, incluido un polémico video en el que se le vio compartiendo con un bailarín erótico dentro de las instalaciones de la rama judicial en Cúcuta, llamó la atención de quienes observaban la diligencia al optar por detener el trámite para increpar a Pure por su comportamiento.
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Según comentó la togada, el comportamiento de Arias fue de burla y desatención a la imputación de cargos, mientras el fiscal presentaba el material probatorio para comprobar su culpabilidad en el caso. “Señor sindicado, ¿usted sabe cuántas personas lo están viendo a usted riéndose ahí en las imágenes?, yo sé que a veces a uno se le puede salir una risa, pero esto es importante para usted”, señaló Polanía.
Ante la evidente molestia de la togada, el sindicado intentó ofrecer disculpas por su comportamiento; sin embargo, la jueza no dejó que Arias continuara con sus explicaciones: “No señor, silencio”, comentó. Una vez superado el impase, la diligencia continuó con normalidad.
Por su parte, la Fiscalía hizo énfasis en su presunta conexión con organizaciones criminales transnacionales y grupos delictivos como AK47 y el Tren de Aragua. De hecho, el fiscal asignado al caso presentó pruebas contundentes que ubican a Arias en la escena del crimen, apoyándose en trabajos de inteligencia, seguimientos y testimonios claves para la investigación.
La detención de Alejandro Arias se produjo sin que este portara identificación, lo que requirió verificaciones adicionales para confirmar su identidad. Con 34 años de edad y originario del estado Yaracuy, en Venezuela, Arias enfrenta serias acusaciones que incluyen homicidio agravado, porte ilegal de armas y concierto para delinquir.
Detalles de la Fiscalía en el asesinato de Jaime Vásquez, veedor de Cúcuta
La investigación del asesinato de Jaime Alonso Vásquez Giraldo, un abogado y veedor ciudadano conocido por sus denuncias de corrupción, ya tiene avances y podría dejar al descubierto un entramado de crimen organizado y corrupción. Vásquez, quien fue asesinado el 14 de abril, había expresado temores sobre su seguridad debido a su trabajo investigativo.
Durante las audiencias recientes ante la jueza Primera Penal Municipal con Función de Control de Garantías, Vivian Polanía, se confirmó que la causa detrás del homicidio fue precisamente esa labor de fiscalización que Vásquez llevaba adelante.
El fiscal Edwin Carvajal, de la Unidad Especial de Investigación de Cúcuta, enfatizó repetidamente que “el señor Jaime Vásquez solo se dedicaba a investigar y denunciar actos de corrupción. Eso fue lo que hizo por mucho tiempo, y por eso fue que lo mandaron a asesinar”. La Fiscalía, con la ayuda del CTI y la Policía, ha logrado reunir evidencia significativa, incluyendo vídeos y testimonios de informantes clave que implican a Alejandro José Arias Alejos, alias ‘Pure’, como el sicario contratado para ejecutar el crimen.
Arias Alejos, identificado como el segundo al mando de la banda criminal ‘Los AK47′, se enfrenta a cargos graves mientras continúan las indagaciones. Aunque ha decidido no aceptar los cargos y enfrentar un juicio, información suministrada por informantes reveló una trama más profunda que incluye su posible eliminación tras el asesinato de Vásquez, para no dejar rastros que condujeran a los autores intelectuales del crimen.
“Ustedes están buscando es a ‘Pure’, un sicario duro. Ese man que aparece en el video es él”, comentó uno de los informantes, revelando no solo la identidad de Arias sino también detalladas descripciones de sus capacidades y limitaciones físicas debido a un accidente previo.
La red social Facebook jugó un papel crucial en este caso, siendo el medio donde Vásquez publicaba regularmente sus denuncias, incluyendo documentos e información filtrada que ahora son materia de investigación por parte de la Fiscalía. Una de estas denuncias estaba programada para ser entregada en persona a una fiscal anticorrupción el día después de su asesinato, reunión a la que nunca llegó.
Expertos en análisis forenses informáticos se encuentran actualmente examinando los dispositivos electrónicos de Vásquez en busca de más pruebas. Estos esfuerzos se complementan con testimonios de testigos que describen el seguimiento detallado a Vásquez desde la mañana de su asesinato, incluido su paso por una iglesia y cómo fue emboscado después mientras desayunaba en un local de La Riviera.
Las autoridades han logrado juntar una narrativa coherente del crimen, desde la vigilancia previa hasta la ejecución del asesinato y la posterior fuga de los autores materiales. Incluso se describió cómo Arias, después del crimen, se trasladó a Bucaramanga en un intento de ocultarse que finalmente fracasó gracias a la colaboración de informantes con la Fiscalía.