Los primeros días del segundo ciclo de restricción de agua en Bogotá muestran una disminución en el consumo, aunque aún queda trabajo por hacer para alcanzar la meta establecida. Según datos del 21 de abril, el consumo se situó en 15,80 metros cúbicos por segundo, por encima de la meta de 15 m3/s.
Sin embargo, el nivel de los embalses del Sistema Chingaza, vital para el suministro de agua en la ciudad, sigue siendo preocupantemente bajo, registrando un 15,51% con fecha al 21 de abril, aún lejos de la meta del 20% para finalizar este mes. A pesar de la lluvia reciente, se necesita un mayor aporte de precipitaciones y una reducción aún más significativa en el consumo de agua.
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El alcalde, en un video en vivo en su cuenta de Instagram, destacó los logros alcanzados durante los primeros doce días de la medida de restricción, señalando un ahorro de aproximadamente 1,4 millones de metros cúbicos. Sin embargo, hizo un llamado a continuar con el esfuerzo y a profundizar en los cambios de comportamiento necesarios, especialmente en los hogares, donde se concentra el 80% del consumo de agua.
“A los 15 días de esta medida vamos a hacer la primera valoración”, indicó el alcalde. Con esto en mente, el jueves 25 de abril Galán anunciará si hay cambios a la restricción o si esta se mantiene tal y como está, lo que es casi seguro es que las medidas no se levantarán pronto. “Tenemos que seguir haciendo este fuerzo y profundizarlo. Las zonas no son todas iguales, algunos días logramos un mayor impacto, otros días no tanto (...) El sábado suele ser el día de mayor consumo”, precisó el mandatario local.
Este es el nivel que deben tener los embalses para diciembre de 2024 si se quiere evitar otra crisis hídrica
Galán también resaltó la importancia de aprovechar el agua de lluvia y la necesidad de que continúe lloviendo en cantidades significativas para aumentar los niveles de los embalses. Estableció como meta alcanzar una capacidad del Sistema Chingaza del 75% para diciembre de este año, con el fin de prepararse para los meses secos del 2025.
El alcalde también habló de algunas estrategias para mitigar la falta de abastecimiento del recurso hídrico, evaluando las sugerencias de expertos que han hablado en medios de comunicación. Sobre la construcción de otro sistema similar y paralelo a Chingaza, Galán explico que esto no es tan fácil: “Podría traer problemas legales y hasta ambientales, por la alteración de las precipitaciones”.
También se refirió a la posibilidad de que la ciudad pueda abastecerse desde otras fuentes hídricas ya establecidas. Según dijo, este es un tema que ya está en marcha. “Hemos adquirido una obra, aunque lamentablemente está retrasada y se encuentra en proceso de prórroga, con el fin de mejorar el abastecimiento de agua en Bogotá”.
De acuerdo con el alcalde, en solo tres meses, la ciudad ha incrementado su abastecimiento desde el sistema norte, pasando de 4,5 m3/s a 7 m3/s. “Proyectamos que, una vez completada, podremos alcanzar un caudal de 10,5 m3/s, lo que representa más del 50% del agua que consumimos en Bogotá”, concluyó Galán.
No obstante, Galán expresó que eso no sería suficiente y que también traería desafíos porque el agua que se trata en la planta del norte es mucho más cara de tratar. Entonces, con la conclusión de la obra se diversificarían las fuentes hídricas para los bogotanos, lo que garantiza el servicio, pero se encarecería el mismo, por el alto costo que representará: “Podemos estar hablando de cuatro o cinco veces más caro”.
De hecho, el alcalde reconoció que se requiere una alta inversión en la cuenca del río Bogotá para facilitar el proceso de tratamiento del agua en la fuente del norte.