Factura de la luz cuesta más que la casa, denunciaron familias en Barranquilla: pasa de $50 millones

Los habitantes del barrio La Cangrejera, en el corregimiento de La Playa, de Barranquilla, han tenido que escoger entre tener un techo o mantener activo el servicio de energía, y es que en algunos casos el monto de su factura con la empresa Air-e supera el precio comercial de su domicilio.

Así lo denunciado líderes de la Liga Nacional de Usuarios, en diálogo con Blu Radio, desesperados por llamar la atención del alcalde Álex Char o del Gobierno Nacional, y así acceder a este y otros servicios públicos a un precio justo.

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La infraestructura limitada que conecta a La Cangrejera con el resto de Colombia es fruto del esfuerzo de sus habitantes que, no esperando a que el Gobierno voltee a verlos, han ido realizando conexiones y adecuando sus viviendas a las necesidades del siglo XXI.

Sin embargo, con cobros como los de Air-e, que en el mejor de los casos representa la mitad de ingresos mensuales de una familia, se preguntan por qué no han entrado a formar parte del sistema de subsidios entre estratos.

El mismo que fue repensado para que las grandes compañías y estratos 5 y 6 subsidien, aunque no en su totalidad, los servicios públicos de los hogares en estratos 1, 2 y 3, que podrían tener dificultades económicas a la hora de solventar los gastos de su consumo en luz, gas y agua.

En un insólito acontecimiento registrado en Soacha, una familia se vio en la difícil posición de tener que solventar un exorbitante cobro de 53 millones de pesos (aproximadamente 12.300 dólares) por su consumo eléctrico en el mes de mayo de 2023.

El monto, que sobrepasa con creces el consumo habitual de una residencia, fue emitido por Enel-Codensa, la empresa encargada de proveer el servicio de energía en la zona. Ante la inminente amenaza de desconexión de su suministro eléctrico, la familia, bajo el sustento de una pensión equivalente al salario mínimo, enfrentó entonces un desafío financiero sin precedentes.

Padre, madre y sus dos hijas, dependían económicamente de la pensión del hombre, quien se encontraba incapacitado por cuenta de un tratamiento contra el cáncer. Este ingreso, que ronda el monto del salario mínimo mensual vigente en Colombia de 1.300.606 pesos, resultaba insuficiente no solo para cubrir el cobro excesivo, sino también para afrontar la tarifa de 300 mil pesos impuesta por la compañía para realizar la revisión del contador, que la familia solicitaba ante, lo que asumen, debía ser un error de la empresa y su sistema de facturación.

Aún incapacitado, el jefe del hogar expresó en conversaciones con el Ojo de la noche su incredulidad y preocupación ante tal situación, indicando que es imposible que el consumo de energía haya alcanzado tal cifra, incluso si se hubiera incurrido en el descuido de no apagar luces y artefactos electrónicos durante todo el mes.

“Yo la verdad estoy ganando ahorita un salario mínimo que es lo de mi pensión. Con eso pues estoy porque la verdad cuando yo estuve hospitalizado mi esposa se quedó sin trabajo porque ella estuvo todo ese tiempo cuidándome”, explicó, mientras la familia intentaba resolver el error poniéndose en contacto con Enel-Codensa para solicitar la revisión de su factura.

La espera de una solución justa era, cuando menos, urgente para evitar la desconexión de un servicio que resulta esencial para su hogar y bienestar, pese a la burocracia de una compañía que poco parece entender de situaciones personales entre sus usuarios.