Una buena noticia reciben los antioqueños después de que Empresas Públicas de Medellín (EPM) reportara el incremento en los niveles de los embalses gracias a las fuertes lluvias que se registraron en el departamento durante el último fin de semana, después de un período extendido de sequía.
Según informó EPM, los aguaceros lograron que se mitigara un poco la emergencia que también tiene en riesgo la producción de energía en las principales zonas del país, por la escasez del líquido en las hidroeléctricas.
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Sin embargo, la poca consciencia de los habitantes tiene en alerta a la empresa, pues a pesar de las buenas noticias por las lluvias, no han hecho mayores esfuerzos para racionar el líquido. De hecho, el reporte indicó un notable aumento en el consumo de agua por parte de los habitantes de Antioquia, con un gasto adicional de 23.954 metros cúbicos registrados en un solo día.
Según las cifras oficiales, durante el viernes 19 de abril, el departamento consumió un total de 865.901 metros cúbicos, mientras que el sábado 20 la cantidad reportada por EPM fue de 889.855 mts³. “Contribuyamos a mantener la continuidad de nuestro servicio de acueducto”, señaló la compañía, subrayando la importancia de la cooperación ciudadana en la gestión eficiente de los recursos hídricos.
Además, aunque las lluvias dieron un parte de tranquilidad a los antioqueños, el informe de la compañía de servicios también reveló que las lluvias disminuyeron en la zona donde se ubica el embalse La Fe, crucial para el abastecimiento correspondiente al 45% del Valle de Aburrá, pasando de 16,26 mm el 19 de abril a solo 0,51 mm el día 20.
Con respecto a los niveles específicos de los embalses, EPM destacó incrementos leves pero importantes: el embalse La Fe mostró un aumento de 52,77% a 53,33% en su capacidad, mientras que Piedras Blancas escaló de 45,94% a 47,61%, y Riogrande II de 35,60% a 36,96%.
Por su parte, se espera que en los próximos días las condiciones climáticas cambien y las lluvias predominen en la mayor parte del departamento, después del anuncio del Ideam que alertó sobre la llegada anticipada de la temporada de lluvias, por lo que el Sistema de Alertas Tempranas de Medellín (Siata) ha llamado a la población a estar atenta y seguir las recomendaciones para mitigar el impacto de estos eventos naturales.
Y es que los informes meteorológicos señalan que la transición climática de El Niño a condiciones neutrales tiene una probabilidad del 83% de que se complete entre abril y junio, y el posible desarrollo del fenómeno de La Niña se daría entre junio y agosto, con un 62% de probabilidades.
Carlos Andrés Quintero Monsalve, director del Dagrd, enfatizó la importancia de estar alertas y tomar medidas de prevención frente a las adversidades meteorológicas. “Es fundamental reportar incidentes y emergencias a través de la Línea 123 y mitigar riesgos”, manifestó al tiempo que insistió en el rol crucial que cumple la participación comunitaria y la acción coordinada para salvaguardar la seguridad y el bienestar de los antioqueños frente a los desafíos naturales inminentes.
Lluvias en Antioquia generaron inundaciones en varios municipios
La repentina llegada del fenómeno La Niña ha desencadenado fuertes aguaceros en el departamento de Antioquia, específicamente en el departamento de Urabá, donde las lluvias han provocado desde la pérdida de techos en viviendas hasta inundaciones generalizadas. Apartadó y Turbo son algunas de las localidades más golpeadas, enfrentando no solo daños materiales, sino también la amenaza a la economía agrícola local.
En Apartadó, la situación se tornó crítica cuando las precipitaciones llevadas por La Niña ocasionaron el colapso de árboles y daños estructurales en varias casas, según han reportado las autoridades locales. Mientras tanto, en Turbo, el aumento del caudal de los ríos ha puesto en riesgo las plantaciones de banano y plátano.
Este patrón de destrucción por las lluvias se ha replicado en otros municipios como Arboletes, San Pedro de Urabá y Carepa, donde las comunidades ya están solicitando apoyo a las autoridades para mitigar las consecuencias de las inundaciones que han afectado diversas viviendas.
Aunque Chigorodó ha sido menos afectado, también presentó inundaciones en varias de sus zonas rurales y daños a la infraestructura. Las administraciones municipales de la región están en proceso de evaluación y censo de las afectaciones para coordinar las respuestas adecuadas.