En las horas de la mañana del viernes 19 de abril de 2024, se registró un altercado entre motociclistas, unidades de la Policía Metropolitana y agentes de la seccional de tránsito de Bogotá, que colapsó por varios minutos el flujo vial del corredor de la calle 80 con carrera 68 (localidad de Engativá).
El enfrentamiento entre conductores y las autoridades no pasó por desapercibido en las redes sociales y en los medios de información. Tan alto fue el alcance del disturbio que el hecho se trasladó hasta el interior del Concejo de Bogotá, cuando se estaba efectuando un control político ante la gestión de la secretaria de Movilidad, Claudia Díaz.
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Durante su intervención en el Salón de Sesiones, el vocero del movimiento Liderazgo Amplio de Renovación Avanzada de Bogotá, Julián Forero (Fuchi), levantó su voz en contra del procedimiento de las autoridades que se presentó en las horas de la mañana en la calle 80.
En principio, el cabildante inició su intervención con referencia a la utilidad y la problemática que hay en torno al funcionamiento de las cámaras de fotomultas y las denuncias que han presentado los voceros de otros partidos en el Concejo de Bogotá.
“Secretaria Claudia, no entiendo cuál es el objetivo de seguir robando. Y lo digo directamente, robando a los conductores de esta ciudad. No sé si eso venga de administraciones anteriores, si hay mafias políticas detrás de este tema, exsecretarios de movilidad que estén cuidando ese negocio, ¿a quiénes están pagando favores?, porque claramente se ve que varios concejales han presentado aquí malestar sobre esa situación y la administración no hace absolutamente nada. Así que esperamos que tomen medidas sobre ese tipo de cámaras que están actualmente robando a los conductores de Bogotá”.
Sin embargo, la tensión en la Sala de Sesiones comenzó a pasar de castaño a oscuro cuando el concejal le pidió explicaciones a la secretaria de Movilidad sobre cuáles son los objetivos y fines que tienen las mesas de diálogo que se están adelantando con los conductores, tanto particulares como del servicio público y de aplicativos. Fuchi afirmó que gracias a esos encuentros se llegaron a una serie de acuerdos. Consentimientos que al parecer no estaría rigiendo las autoridades competentes.
“Acuerdos que hoy, ustedes como secretaría permiten que el área de tránsito de Bogotá incumplan. En este momento tenemos tres heridos motociclistas en la URI de Engativá. Fueron atacados, golpeados vilmente por varios policías de tránsito y policías de seguridad, y no se ha solucionado nada”, comentó el vocero.
Fuchi le pidió a la secretaria, Claudia Díaz, que lo mirara cuando estaba expresando su disgusto por lo acontecido en el corredor de la calle 80: “si ustedes a nosotros los motociclistas y conductores no piensan cumplir con los acuerdos de trabajo, no me invite a reuniones ¡no me mame gallo en esas reuniones! ¡Y si hoy los motociclistas tenemos que bloquear Bogotá, vamos a bloquear Bogotá! - Porque estamos cansados del maltrato y el abuso de los agentes de tránsito y policías de tránsito. En este momento tengo tres heridos en la URI, motociclistas, y el acuerdo en la mesa fue ¡la no violencia!”
Sobre este asunto, Fuchi le dejó claro a la líder de la entidad distrital que, gracias a los acuerdos de paz firmados, el gremio se comprometió a no tener como medida de manifestación el bloqueo de aeropuertos, ni el enfrentamiento con otros sectores viales. No obstante, y con el micrófono suspendido, el vocero acusó que los pactos acordados por parte de las autoridades fueron incumplidos.
Tras finalizar su intervención y bajarle al ímpetu, la presidenta dio como finalizado el altercado verbal en el Salón de Sesiones. No obstante, los comentarios que expresó el cabildante y que fueron tendencia durante el transcurso del viernes 19, le obligó a realizar un live, en las horas de la noche, desde su cuenta personal de Instagram. Fue allí, en el que Fuchi expresó tanto su disgusto con lo ocurrido durante el día en la calle 80, como una breve explicación de cuál es su papel como representante de los conductores en el Concejo de Bogotá.
Fue allí mismo, que Fuchi explicó cuál es el proyecto que está liderando para que la administración de Bogotá invierta en nueva tecnología para garantizar los procedimientos por parte de las autoridades. Cabe resaltar que actualmente, los únicos que disponen de herramientas que graban la actuación de los activos de la institución, son los agentes azules de tránsito.
A partir de ese panorama, Fuchi comentó que pretende solicitarle al distrito que así como invierten en cámaras de fotomultas, que destine fondos para asegurar que cada agente de tránsito y de seguridad de la ciudad cuente con las conocidas como bodycams, esto como una estrategia que no solo permita garantizar los procedimientos por parte de los activos, sino que también, se pueda evidenciar el estado de la ciudad.
“La policía debe mitigar el conflicto y no agrandar el chicarrón. Por eso, dejo la siguiente propuesta, los policías de vigilancia y los policías de tránsito deberían tener cámaras. Se debe exigir cámaras, cámaras que registren todo lo que pasa. Y que el video sea una prueba y una garantía, tanto para el policía que se pueda defender de los ciudadanos que cometen atropellos contra ellos, como una garantía del ciudadano para validar si un procedimiento está bien o mal hecho. Una cámara de un policía también puede grabar en tiempo real un ladrón, una infracción o lo que pueda pasar”, explicó Fuchi.
Cabe recordar que, en cuanto a la funcionalidad que tiene dichos dispositivos tecnológicos, la administración explicó que al entregarse encendidas al funcionario garantizará que todos los procedimientos realizados durante el turno de trabajo queden grabados.
En cuanto a lo ocurrido en el Concejo de Bogotá, el vocero señaló que su tiempo como líder y activista de calle pasó, desde que fue nombrado como político, por lo que todas aquellas acciones de bien que efectúa no serán tomadas en cuenta, por lo que malentendidos como los que se registró en el Salón de Sesiones serán lo que sí generan noticias y se difundirán.
A su vez, agregó que, cuado llegan personas como él al ejercicio político, “donde vinimos de un tema de calle, de causa” se convierten en una amenaza, por no pertenecer al modelo político al que las administraciones están acostumbradas.
“Entonces soy la amenaza, soy el gamín, soy el ñero y les voy a decir el porqué. Porque desafortunadamente o afortunadamente en este país, existen dos tipos de políticos: el político social y el político empresario. Y la política desde campaña lo dijimos - deber ser un tema social, de causa, de amor por Bogotá, de sentir las necesidades y ser esa voz del pueblo; ser esa voz que la gente quiere expresar y no puede decir, por miedo, por maltrato, por miles de cosas. Pero se supone que un político es el que expresa el sentimiento, de su gente, del malestar, de su gente”.
Fuchi sumó que la gente debe llegar a la política para trabajar por la gente y los intereses de la gente, y no para seguir maltratando a la ciudadanía que votó por ellos. “Pero cuando llegan personas como yo a decir las cosas como son, sin pelos en la lengua, entonces si hieren, se vuelven susceptibles - no puedes decir eso, ahora eres político, no puedes decir tal cosa, mejor dicho el pecado a nivel nacional es expresar el sentimiento de la gente-”.