El viernes 19 de abril de 2024, en el contexto de las reuniones de primavera llevadas a cabo en Washington por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), se confirmó que Colombia mantendrá su programa de pagos al FMI tal como estaba “inicialmente establecido”.
Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, destacó durante una conferencia de prensa que el Gobierno colombiano ha incluido ya los pagos correspondientes al fondo para el presente año y el próximo en su presupuesto.
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Valdés fue enfático al señalar que “no hay discusiones sobre ningún otro plan” de pago, descartando así modificaciones en las condiciones o plazos de la deuda acordada con el organismo internacional. Estas aclaraciones se producen luego de comentarios recientes del presidente Gustavo Petro, quien había indicado su intención de proponer al FMI una extensión en el plazo para la devolución de los fondos adeudados.
La propuesta de ajuste a los términos del crédito habría de ser presentada por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ante Kristalina Georgieva, directora del FMI.
El ministro Bonilla había expresado su preocupación por la capacidad del país para afrontar sus obligaciones financieras sin comprometer el desarrollo interno. “Si tenemos que pagar, hoy no hay recursos de la Nación. Todo lo que paguemos en deuda reduce las posibilidades de inversión. El debate es: pagamos deuda o invertimos en el país”, manifestó Bonilla.
Añadió que, aunque el pago de la deuda puede mejorar la imagen del país a nivel internacional, podría tener un impacto negativo en términos de inversión interna, la cual es crucial para la reactivación económica.
Para el Ministerio de Hacienda, ajustar las condiciones de la deuda externa se presentaba como una solución viable para aliviar la presión financiera, permitiendo al país enfocarse en inversiones que propicien el crecimiento y el bienestar social.
Colombia ha iniciado el proceso de cumplimiento de sus compromisos financieros con un pago inicial de 632 millones de dólares este año. No obstante, restan aún siete pagos, cada uno aproximadamente de 650 millones de dólares, distribuidos entre este año y el próximo, situación que incrementa la carga de la deuda pública.
Es importante recordar que en 2020, durante la administración de Iván Duque (2018-2022), Colombia solicitó al FMI un préstamo bajo la modalidad de Línea de Crédito Flexible (LCF) para hacer frente a las adversidades económicas ocasionadas por la pandemia de la Covid-19.
Según cifras del Banco de la República, a diciembre de 2023, la deuda externa del sector público colombiano alcanzó los 112.970 millones de dólares, representando casi un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
En febrero, Ceyda Oner, jefa de la Misión del FMI para Colombia, hizo referencia al acuerdo de dos años otorgado a Colombia en 2022, que comprende una LCF de cerca de 9.800 millones de dólares, y manifestó que las autoridades colombianas han expresado su deseo de renovar dicho acuerdo, siempre y cuando las circunstancias lo permitan.
“Las autoridades están firmemente comprometidas a mantener políticas macroeconómicas muy sólidas. Existe igualmente un amplio consenso sobre la necesidad de preservar la gran solidez de los marcos de política económica”, explicó el Fondo. Además, aplaudió que Colombia realizó los pagos graduales, lo que genera confianza.
El Gobierno colombiano, consciente de las implicaciones que el pago de la deuda puede tener sobre la economía nacional y la inversión en áreas clave, plantea buscar el apoyo del Fondo Monetario Internacional para mejorar el perfil de deuda del país. Esta estrategia se enmarca en un momento crítico para Colombia, que enfrenta desafíos importantes como la crisis del sistema de salud y las políticas económicas debatidas en el Congreso.