María Camila Urango, una joven de 24 años que había desaparecido desde el 15 de abril tras reunirse con amigos en el barrio San Martín en Valledupar, fue presuntamente víctima de feminicidio. Después de tres días de incertidumbre, su cuerpo sin vida fue descubierto en un hotel ubicado en el centro de la ciudad, el pasado jueves 18 de abril.
La joven fue vista por última vez en compañía de un individuo conocido como El indio, quien la habría invitado a continuar la fiesta en su residencia. Imágenes captadas por cámaras de seguridad evidencian los últimos momentos con vida de la joven, saliendo del establecimiento en una motocicleta junto a este sujeto. Al parecer hicieron una parada antes de llegar a su destino final.
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Tras días de búsqueda desesperada, los familiares acudieron a la vivienda de El indio. Allí, dentro de una habitación, encontraron el cuerpo sin vida de María Camila en estado de descomposición. “Nos dio un olor fuerte y se buscó una cizalla para abrir el candado de la habitación y ahí estaba la muchacha muerta”, relató un testigo a El Heraldo.
La madre de la víctima, Rosangela Rodríguez, expresó entre lágrimas: “¡Me la mataron, me la mataron!”, según reportó el medio local El Pilón. Dentro de la habitación, se hallaron todas las pertenencias de María Camila, mientras que El Indio no había regresado a la residencia desde la desaparición de la joven.
Así fue la desaparición de María Camila y lo último que se supo de ella
Las autoridades encontraron a una persona envuelta en una sábana blanca, quien fue identificada como María Camila.
Publicaciones en redes sociales de la joven muestran que, efectivamente, había salido con amigos ese 15 de abril, pero no regresó a casa. Este hecho fue reportado a las autoridades por sus familiares, que emprendieron una intensa búsqueda por toda la ciudad, colocando carteles y difundiendo mensajes en redes sociales.
Nicole Londoño, amiga cercana de la joven, relató a El Heraldo: “Desde el primer día estuvimos llamándola y ella no contestó, a pesar de que solía estar siempre pendiente de su teléfono”.
Hasta el momento, la forma exacta en la que falleció María Camila no ha sido determinada y su cuerpo es objeto de análisis por Medicina Legal. Sin embargo, el diario El Universal de Cartagena conoció que en el cuerpo de la joven había heridas provocadas con arma blanca, como rastro de violencia ejercida contra la mujer.
Mientras tanto, los familiares de la víctima exigen a las autoridades encontrar a El indio para esclarecer los hechos. “Que pague lo que tenga que pagar porque al cometer el hecho no le importó el dolor de una familia”, declaró su madre al medio El Pilón.
María Camila era estudiante del Sena y madre de una niña de tres años. Su familia la describía como una joven extrovertida y alegre. Su trágica muerte ha conmocionado a la comunidad de Valledupar, generando indignación y llamados a la justicia.
Una de sus compañeras, identificada como Fay Gutiérrez, compartió imágenes de una ceremonia que hicieron en la memoria de la joven sus compañeros de estudio y escribió en Facebook: “No merecías irte de está manera (...) Teníamos la esperanza de que volverías... compartimos tantas risas y locuras, siento una impotencia tan grande ahora. Ni una más”.
Los feminicidios en Colombia no dan tregua
Durante los primeros dos meses de 2024, al menos 20 mujeres han fallecido por cuenta de este delito en el país, de acuerdo con los registros de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares). Según información proporcionada por esta entidad, el grupo demográfico más impactado por los casos de feminicidio en 2023 corresponde a mujeres de entre 18 y 59 años, abarcando el 88% de las víctimas.
De acuerdo con el Observatorio Feminicidios Colombia, el año pasado ocurrieron más de 520 feminicidios en el país; Antioquia, Bogotá y Valle del Cauca fueron los departamentos con más casos registrados.
La organización Pares ha advertido sobre el deficiente manejo judicial de los feminicidios, pues sería un factor que contribuye a la impunidad: solo un 7,3% se encuentran en ejecución de penas. Según sus hallazgos, un 54% de los casos se encuentran en fase de indagación, un 8,6% en fase de investigación, mientras que un 47,3% está en la etapa de juicio. Esto sugiere una excesiva demora en los procesos judiciales.