En una reciente intervención, el viceministro de Energía, Javier Campillo, anunció que el Gobierno Nacional no tiene planes de firmar nuevos contratos para la exploración de hidrocarburos, apostando en su lugar por la eficiencia de los contratos existentes y la transición hacia energías renovables.
Esta posición se alinea con el compromiso del país hacia una transición energética justa y sostenible, centrada en el aprovechamiento del potencial eólico del Caribe, especialmente en regiones como La Guajira y Atlántico.
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El funcionario señaló la importancia de convertir los contratos de exploración existentes en contratos efectivos que puedan “ingresar capacidad y crecer moléculas de forma comercial al sistema lo antes posible”. “Nosotros seguimos explorando gas. De hecho, tenemos una cantidad de contratos y aquí es muy importante resaltar la eficiencia de esos contratos”, afirmó Campillo, resaltando la suficiencia de los acuerdos actuales para garantizar una exploración de hidrocarburos significativa y eficiente. “Lo que nos hemos concentrado es en hacer que esos contratos se conviertan de exploración a contratos efectivos”, agregó.
Durante el séptimo Encuentro y Feria sobre energías renovables que tiene lugar en Barranquilla, y que concluirá el viernes, 19 de abril, el viceministro puso de relieve la oportunidad única que representa el Caribe para la transición de Colombia hacia fuentes de energía más sostenibles. “Tenemos que hacer posibles los proyectos eólicos que están en la Guajira, los proyectos potenciales que tiene el departamento del Atlántico”, enfatizó, subrayando la meta gubernamental de avanzar hacia los 6 megavatios (MW) [equivalentes a aproximadamente 6.613 megavatios hora (MWh)] de capacidad instalada en proyectos eólicos.
La meta del gobierno nacional es “trabajar con las empresas, vamos a estar reuniéndonos con los alcaldes precisamente para empujar esta meta”, para asegurar no solo el suministro de energía sino también la autonomía energética del país. Este enfoque se presenta como una respuesta directa a los cuestionamientos sobre cómo enfrentar la generación de energía ante la escasez de agua en los embalses, priorizando las alternativas renovables sobre la exploración de nuevos yacimientos de gas o carbón.
La estrategia delineada por el Viceministerio de Energía subraya el compromiso de Colombia con la soberanía energética y su intención de liderar por el camino de la sostenibilidad y la justicia en su transición energética. Este enfoque atiende a la urgencia climática global y responde a las necesidades energéticas inmediatas del país, buscando un futuro donde la energía sea limpia, renovable y accesible para todos.
El panorama actual
El panorama energético de Colombia actualmente presenta desafíos significativos y oportunidades de desarrollo en el ámbito de las energías renovables y no renovables.
Energía No Renovable:
- Colombia ha experimentado un aumento en los precios de los combustibles fósiles a nivel mundial, lo que ha impactado la economía del país.
- La dependencia de la hidroelectricidad ha generado un riesgo de apagón debido a la sequía generada por el fenómeno de El Niño, con reservas hídricas disminuyendo a niveles preocupantes.
- La demanda de energía ha crecido, impulsada por el consumo de hogares y comercios pequeños, lo que ha llevado a una mayor participación de combustibles fósiles y otras fuentes debido a las dificultades en la generación hídrica.
Energía Renovable:
- Colombia está avanzando en la transición energética con el desarrollo de proyectos de energías limpias que buscan generar beneficios económicos y sociales.
- El país ha sido reconocido como líder en transición energética en la región y es el cuarto destino global de inversión en energía renovable.
- La capacidad instalada de producción de energías renovables en América Latina alcanzó el 60% en 2021, con Colombia siendo el tercer país de la región que más avanza en la materia.
Colombia enfrenta el desafío de reducir su dependencia de la energía hidroeléctrica y diversificar su matriz energética hacia fuentes más sostenibles y menos vulnerables a las variaciones climáticas.