Aunque en el encuentro bilateral entre los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se llegaron a varios acuerdos como promover un proyecto de energías entre Ecopetrol y Petrobras, así como la protección de la Amazonía, hubo un detalle en la declaración conjunta oficial: el deseo de que el país forme parte de la alianza económica que conforman el gigante suramericano con Rusia, India, China y Sudáfrica, los Brics, por el acrónimo de las naciones que lo integran.
“El presidente Petro manifestó el interés de Colombia de adherir al BRICS como miembro pleno lo más pronto posible y el presidente Lula acogió con beneplácito esta iniciativa y se comprometió a promover la candidatura de Colombia (sic)”, señala el punto 35 del documento.
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Aunque oficialmente ese grupo de países, se considera como un paradigma de de la cooperación Sur-Sur con las cinco economías mundiales más prometedoras en el nuevo milenio, también ha sido vistas con recelo porque son vistas como el intento de hacer un contrapeso a Occidente en términos geopolíticos.
Este conjunto es significativo en el ámbito económico, pues aglutina el 42% de la población mundial, superando el 30% del Producto Bruto Interno (PBI) y generando más de un tercio de la producción mundial de cereales. Adicionalmente, abarca el 30% del territorio planetario y el 18% del comercio global.
La denominación BRIC surgió en 2001, acuñada por Jim O’Neil, economista de Goldman Sachs, para denominar a los principales países emergentes: Brasil, Rusia, India y China. O’Neil pronosticó que este conglomerado dominaría el panorama económico mundial hacia 2050, debido a su amplia población, extenso territorio, abundancia de recursos naturales y significativos incrementos en el PBI, posicionándose como un atractivo polo para los mercados y la inversión extranjera directa.
Las naciones fundadoras adoptaron formalmente la visión de ejercer un liderazgo mundial alternativo desde 2006, con un diálogo activo que cristalizó en 2009 al funcionar efectivamente como bloque, celebrando reuniones anuales de jefes de Estado y Gobierno. En 2011, se añadió la “S” de Sudáfrica al grupo, reforzando la cohesión del conjunto diverso a través de un enfoque pragmático.
Los BRICS se han pronunciado en favor del multilateralismo con el objetivo de alcanzar “una gobernanza internacional más afinada con sus intereses nacionales”. Lograron reformar el sistema de cuotas del Fondo Monetario Internacional, incluyendo a Brasil, Rusia, India y China entre sus principales accionistas por primera vez.
Además, celebran no solo cumbres presidenciales y encuentros informales durante el G20, sino también, por medio de su presidencia rotativa, organizan cerca de 100 reuniones anuales, que comprenden alrededor de 15 encuentros ministeriales y numerosas reuniones técnicas enfocadas en tecnología, cultura, educación y deportes.
Aunque algunos miembros vieron reducida su influencia económica mundial y disminuyeron las expectativas de que actuaran como motores del desarrollo global, particularmente Rusia, Brasil y Sudáfrica, que no mantuvieron el ritmo de crecimiento de China o India, el grupo como un todo ha emergido como un importante financiero global, con el objetivo de establecer una nueva arquitectura financiera internacional que ofrezca soporte a los países en desarrollo.
Petro propuso un plebiscito a Maduro
En su encuentro en la Casa de Nariño, en Bogotá, las conversaciones entre Lula y Petro abarcaron varios aspectos de la relación bilateral, destacando su enfoque hacia la situación del país limítrofe como principal punto de interés.
La reunión entre ambos mandatarios se caracterizó por un espíritu de cooperación y diálogo positivo. Pese a la amistad evidente, la atención se concentró en su estrategia común para hacer frente a la crisis venezolana, un país sumido en prolongadas dificultades políticas y económicas.
En una declaración conjunta, Petro indicó que presentaron una iniciativa tanto al régimen de Nicolás Maduro como a los sectores de la oposición, enfocada en la realización de un plebiscito en el marco de las venideras elecciones venezolanas, previstas para el 28 de julio.
Dicha propuesta busca instaurar un acuerdo democrático que proteja la vida, los derechos y las garantías políticas de todos los ciudadanos, independientemente de los resultados de los comicios.
“Hemos hablado también de Venezuela, hoy es noticia”, destacó el presidente Petro en sus palabras. “Con el presidente Lula, queremos hacer llegar una propuesta a Maduro y a la oposición. Consiste en un plebiscito durante las próximas elecciones que fomente un pacto democrático”, señaló.