El Papa Francisco se refirió a la muerte del cardenal Pedro Rubiano: “Ofreció su vida por el bien de la iglesia”

A tan solo días de que se confirmara la muerte del cardenal Pedro Rubiano Sáenz, a los 91 años de edad, el papa Francisco se pronunció, calificando el deceso del eclesiástico colombiano como una “triste noticia”.

El jefe de la Iglesia católica envió su “sentido pésame” en un telegrama de condolencias enviado al actual arzobispo de Bogotá, el cardenal Luis José Rueda Aparicio. En el documento, el papa calificó al fallecido cardenal Rubiano como un “abnegado pastor que con su dedicación y trabajo ofreció su vida por el bien de la iglesia”.

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“Recibida la triste noticia del fallecimiento del cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo emérito de esa circunscripción eclesiástica, deseo hacer llegar mi sentido pésame a todos los miembros de esa iglesia particular, a los familiares y a cuantos participan en el rito exequial”, se lee en el mensaje enviado por el papa.

Francisco así mismo indicó que mientras ofrece “sufragios por el eterno descanso de este pastor abnegado que, con su dedicación y su trabajo, dio su vida por el bien de la Iglesia”, aseguró que también lo encomendaba “a la materna intercesión de la virgen de Chiquinquirá, e imparto con afecto la confortadora bendición apostólica, como signo de fe y esperanza en cristo resucitado”.

El Pontífice finalizó su mensaje otorgando la bendición apostólica, como muestra de fe y esperanza en Cristo Resucitado.

La muerte del cardenal Pedro Rubiano Sáenz fue confirmada por la misma Arquidiócesis de Bogotá, quien dio a conocer la noticia sobre el mediodía del lunes 15 de abril. El también arzobispo emérito de Bogotá, falleció a sus 91 años en su residencia ubicada en la capital colombiana.

“El día de hoy, falleció el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, a la edad de 91 años. La Arquidiócesis de Bogotá, en cabeza del señor arzobispo cardenal Luis José Rueda, agradece a Dios por la vida y ministerio de este buen pastor y encomienda su alma al Dios de la vida”, comunicó la Arquidiócesis a través de un mensaje compartido en sus redes sociales.

Nacido en Cartago (Valle del Cauca) el 13 de septiembre de 1932, el cardenal Rubiano Sáenz emprendió su formación académica en el Seminario Mayor de Popayán (Cauca), enfocándose en estudios de filosofía, y continuó su educación en teología en la Universidad de Laval, Quebec (Canadá). En este país, además, obtuvo una licenciatura en Sagrada Teología y luego amplió su formación en Ciencias Sociales y Doctrina Social de la Iglesia en el Instituto de Estudios Sociales de Santiago de Chile (Ilades).

A la edad de 24 años, Rubiano Sáenz fue ordenado sacerdote por monseñor Julio Caicedo y Téllez en la capilla del Seminario de San Pedro en Cali, desde donde inició una distinguida trayectoria dentro de la Iglesia católica, según confirmó la Conferencia Episcopal de Colombia.

El 27 de diciembre de 1994 fue nombrado como arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, posición que desempeñó hasta el 8 de julio de 2010, fecha en la que se jubiló por alcanzar el límite de edad. Durante su administración en la Arquidiócesis de Bogotá, Rubiano fue reconocido por fundar el Banco Arquidiocesano de Alimentos, una iniciativa que ha beneficiado a millones de personas a lo largo de más de dos décadas.

Además, ejerció en tres ocasiones como presidente de la Conferencia Episcopal, consolidando su liderazgo dentro de la comunidad eclesiástica, de acuerdo con el diario El Espectador.

Sobre las exequias del fallecido cardenal, la Arquidiócesis de Bogotá informó que se realizarán en la Catedral Primada de Colombia, el miércoles 17 de abril.

“Los restos mortales del señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz estarán en cámara ardiente, a partir de mañana, 16 de abril, de 9 de la mañana a 5 de la tarde, en el Seminario Mayor de San José, de la Arquidiócesis de Bogotá (Carrera 7 No. 93A – 50). Las exequias se llevarán a cabo el miércoles, 17 de abril, a las 10 de la mañana, en la Catedral Primada de Bogotá”, comunicó la Arquidiócesis a través de un comunicado.

De acuerdo con el ministerio eclesiástico, los restos del difunto cardenal reposarán en la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores, de la Catedral de Bogotá.