La compleja situación climática que están experimentando los residentes de Bogotá, desencadenada por el fenómeno de El Niño en Colombia -que se ha evidenciado en la falta de luvias- se ha vuelto más intensa ya que se ha confirmado también la sequía en los embalses que abastecen de agua potable a la capital.
Desde noviembre de 2023 soles radiantes han surcado el cielo capitalino pero, a su vez, las altas temperaturas han sido el pan de cada día los bogotanos. No obstante, la circunstancia no ha sido del todo beneficiosa para los ecosistemas que rodean a la ciudad más grande de Colombia, ya que la producción de agua ha disminuido y los cuerpos hídricos a partir de los cuales se realiza el suministro a sus habitantes cada vez más bajan de su nivel.
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En respuesta a este desafío, creyentes de la fe católica que emanan de distintos rincones del país traen a colación a San Isidro Labrador, ante quien intensifican sus súplicas por la lluvia. Por eso, han recurrido a tradicionales oraciones recomendadas por la Iglesia Católica para rezar en favor de la lluvia.
Plegarias a San Isidro para que traiga lluvia
En primer lugar, oraciones a San Isidro hay una variopinta colección. Una de las más conocidas es un verso corto que, a pesar de las muchas traducciones e interpretaciones, continúa con el mismo sentido.
Dice así: “Oh glorioso San Isidro Labrador, tú que trabajaste incansablemente en el campo y encontraste la gracia de Dios en la labor diaria, te pedimos que intercedas por nosotros ante el Señor para que encontremos alegría y satisfacción en nuestro trabajo y que nuestras labores sean fructíferas”.
Pero hay un verso, de acuerdo con el devocionario católico Fandom, en el que se pide por la ayuda climática:
“Es por eso que los ganaderos nos dirigimos a ti, para solicitar tu ayuda y favores, tanto espirituales como materiales, para ver crecer las maravillas que a través de Dios hemos sembrado en esta tierra. Te rogamos que protejas a los agricultores y ganaderos en sus labores facilitando su trabajo, con las condiciones meteorológicas necesarias, y lluvias calmadas y abundantes para que recojan los frutos tan necesarios para toda la humanidad”, reza la plegaria.
Otros versos, como lo que consignó el portal religioso Sagrada Oración, son los siguientes: “Oh, San Isidro Labrador, patrono de los agricultores y protector de las cosechas, recurro a ti en este momento de necesidad. En este tiempo de sequía y falta de lluvia, te ruego que intercedas ante Dios para que nos envíe la bendición del agua”.
Y sigue: “Tú, que con tu labor agrícola fuiste capaz de obrar milagros y convertir desiertos en campos fértiles, te pido con fe y humildad que hagas que las nubes se llenen de agua y que la lluvia caiga sobre la tierra sedienta. Que la lluvia caiga generosamente, nutriendo el suelo y dando vida a todas las plantas y cultivos. Que los ríos y las fuentes se llenen de agua, y que la esperanza renazca en los corazones de aquellos que dependen de la agricultura para subsistir”.
Otras oraciones
De acuerdo con información reproducida por Caracol Radio, la Arquidiócesis de Monterrey ha compartido dos oraciones destinadas a pedir por la caída de agua en favor de las personas. La Oración de San Pablo VI para pedir la lluvia es particularmente señalada para estos momentos de sequía, con la que se implora por la compasión divina frente a la aflicción que sufre la tierra y sus habitantes. “Dios padre nuestro, señor del cielo y de la tierra, Tú eres para nosotros existencia, energía y vida,” inicia la plegaria, que expresa completa dependencia y esperanza en la generosidad celestial para superar la sequía.
Asimismo, otra invocación enfatiza la omnipotencia divina y la esencialidad de la lluvia para la vida en los campos y ciudades, suplicando: “Dios Todopoderoso, de quien depende todo nuestro ser, actividad y vida, concede a nuestros campos y a nuestras ciudades la lluvia necesaria.” Estos actos de fe reflejan no solo la urgencia por encontrar solución a la crisis actual, sino también la confianza en lo sagrado como mediador de los ciclos naturales.