En una reciente emisión de su programa en el canal de televisión estadounidense Mega, Jaime Bayly lanzó, de nuevo, críticas directas hacia el presidente colombiano Gustavo Petro y su propuesta de convocar a una asamblea nacional constituyente.
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Bayly, conocido por su enfoque crítico hacia diversas figuras políticas de Latinoamérica, argumenta que la intención de Petro de modificar la constitución colombiana podría considerarse como un acto que atenta contra la estructura democrática del país.
“Si quieres cambiar la constitución vigente, debes hacerlo bajo el imperio legal de esa misma constitución. No puedes cambiar la constitución ignorando la actual”, afirmó el presentador peruano, destacando la importancia de seguir los procedimientos legales establecidos.
La controversia gira en torno a las afirmaciones de Petro sobre la necesidad de una nueva constitución para Colombia, especialmente ante los obstáculos para implementar ciertas reformas, como la de la salud propuesta por su gobierno.
Bayly sugiere que la estrategia del mandatario para imponer una constituyente es un reflejo de prácticas políticas asociadas con el chavismo, advirtiendo sobre las consecuencias de alterar el marco legal constitucional de manera inapropiada.
“Además de ser un golpe chavista es también un autogolpe, un golpe que se da desde adentro de la democracia para dinamitarla, para cambiar las reglas del juego y para quedarse más tiempo o hacer lo que le da la gana, quedarse con todos los poderes”, analiza Bayly sobre las acciones del presidente.
El comunicador también señala la reacción adversa de la oposición y otros sectores frente a las intenciones del jefe de Estado, destacando que el equilibrio de poderes y los contrapesos son fundamentales para el funcionamiento de una democracia.
En ese sentido, Bayly critica la popularidad de Petro y lo califica de “presidente inmensamente impopular” que, a pesar de las críticas, pretende avanzar con su plan de constituyente sin considerar el descontento y las preocupaciones expresadas por amplios sectores de la sociedad colombiana.
Una política infructífera
Bayly además calificó de “fracaso” la falta de resultados y destacó su incapacidad para gobernar efectivamente. Según los comentarios vertidos, Petro no ha cumplido con las expectativas durante sus dos años en el poder, centrando su gestión más en la retórica que en acciones concretas. “Petro ha resultado un fracaso, ha resultado un fiasco, solo sabe hablar y ni siquiera da discursos tan inspirados”, señaló una fuente.
Las críticas hacia Petro no se detienen ahí. Es señalado como un mal administrador, un defecto que, según los comentarios, ya había quedado en evidencia durante su tiempo como alcalde de Bogotá. Esta percepción lo acompaña a su actual mandato nacional, donde según los críticos, ha demostrado no estar a la altura de las circunstancias que requiere su puesto. “Él se cree un intelectual visionario, un filósofo incomprendido, pero es un muy mal administrador. No sabe gobernar” afirmó.
Un aspecto particularmente cuestionado es su tendencia a atribuir la responsabilidad de los desafíos actuales de su gobierno a su predecesor, Iván Duque. Esta actitud ha sido interpretada como un intento de desviar la atención de sus propias fallas en la gestión. La crítica no se hizo esperar: “Convirtió a Duque en su chivo expiatorio, como si los males de la Colombia de Petro fueran atribuibles a la Colombia de Duque”, aseguró el presentador peruano.
El análisis apunta a la desconexión entre el hablar y el gobernar como uno de los grandes desafíos de Petro. A pesar de las expectativas generadas por su llegada al poder, sus detractores argumentan que su gestión está marcada más por el discurso que por resultados tangibles. “Hablar no es lo mismo que gobernar. Cualquiera habla, cualquiera da un discurso y se queja, pero Petro no sabe tomar decisiones” destacó en su análisis.
Desde una perspectiva más amplia, estas críticas hacia Petro no solo resaltan los retos individuales de su mandato, también muestran los desafíos inherentes a la gobernanza en la compleja e impredecible arena política de América Latina. La habilidad para navegar estos desafíos, conciliar las expectativas con las realidades y tomar decisiones efectivas es crucial para cualquier líder político en la región. Por ahora, el mandato de Petro se enfrenta a un momento crítico, en el cual deberá demostrar si es capaz de superar estos señalamientos y materializar su visión política en beneficios concretos para Colombia.