Ante la creciente alarma por un posible racionamiento de energía en Colombia debido a las severas sequías ocasionadas por el fenómeno de El Niño, el Gobierno de Gustavo Petro ha propuesto una serie de medidas para contrarrestar la crisis.
Entre estas, la desconexión voluntaria y la plena operatividad de las fuentes de energía no convencionales se destacan como estrategias clave para evitar un apagón en el país.
El ministro de Minas y Energía, Ómar Andrés Camacho, enfatizó la importancia de estas acciones frente a las altas temperaturas que agudizan la situación, asegurando que se ha maximizado la utilización de energía térmica junto a las renovables.
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“Hemos solicitado a las fuentes de energía no convencionales operar a plena capacidad”, declaró Camacho. Estas declaraciones llegan en un momento crítico, en el que el país busca alternativas para mitigar los efectos adversos ocasionados por las condiciones climáticas extremas.
A pesar de la preocupación generalizada, el gobierno mantiene una postura optimista, apoyada en las previsiones del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), que anticipa la llegada de lluvias en los días venideros, lo que podría aliviar la situación.
“Para que se dé una situación de apagón, tendría que no llover durante las dos semanas restantes de abril”, explicó el ministro, añadiendo que, aunque el panorama parece complicado, la probabilidad de un apagón no es alta según las actuales proyecciones climáticas. Esta declaración ofrece un rayo de esperanza para los colombianos, preocupados por la posibilidad de enfrentarse a cortes de energía extendidos.
La estrategia del gobierno también incluye un llamado a la desconexión voluntaria por parte de los usuarios, en un esfuerzo por conservar energía y evitar la saturación del sistema energético nacional. Esta medida, aunque apelando a la conciencia ciudadana, subraya la seriedad de la situación y la importancia de la participación comunitaria en momentos de crisis.
En qué consiste la medida
En un esfuerzo por promover el ahorro energético y la sostenibilidad, el ministro Camacho anunció la introducción de un mecanismo de “desconexión voluntaria”. Este mecanismo pretende incentivar a los grandes consumidores de energía a generar su propia electricidad mediante plantas generadoras, reduciendo así la demanda sobre la red nacional de energía.
Específicamente, centros comerciales, conjuntos residenciales y empresas, constituyen el público objetivo de esta medida que ya cuenta con el aval de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), a través de la emisión de dos resoluciones que fomentan esta práctica.
La desconexión voluntaria no solo se presenta como un incentivo económico para aquellos capaces de autogenerar su energía, también es una estrategia crucial para aliviar el sistema de energía nacional en momentos clave.
“Lo que buscamos es un incentivo para que aquellos que puedan generar su propia energía lo hagan, y así desconectarse de la red nacional”, enfatizó el ministro Camacho, delineando el doble beneficio de la iniciativa: contribuir a la sostenibilidad ambiental y ofrecer ventajas económicas tangibles para los grandes consumidores de energía.
Este llamado a la generación propia de energía surge en un momento crítico, donde el país enfrenta desafíos significativos respecto a la oferta y demanda energética.
Es importante destacar, sin embargo, que la propuesta descarta por completo cualquier aumento en las tarifas de energía en los recibos de luz, marcando una clara preferencia por soluciones que incentiven la participación activa y conciencia ambiental de las industrias, sin imponer cargas económicas adicionales sobre los consumidores.
Las entidades encargadas de regular y promover el sector energético, como la Creg, han desempeñado un papel crucial en el desarrollo y la implementación de estas resoluciones, diseñadas para facilitar la transición hacia la autogeneración energética entre los grandes consumidores. En este sentido, la medida busca mitigar la presión sobre el sistema energético nacional e impulsar la adopción de fuentes de energía más limpias y eficientes por parte del sector privado.
La iniciativa de desconexión voluntaria representa un esfuerzo significativo por parte del Gobierno Petro para abordar los retos ambientales y energéticos de Colombia, enfocándose en la responsabilidad compartida entre el sector público y privado.
Se está a la espera de que las autoridades den más detalles y expliquen a profundidad la medida.