Carlos Mario Jiménez Naranjo, conocido por su alias de Macaco, fue condenado a una pena de prisión de 23 años, un mes y seis días.
La sentencia se emitió después de que el exlíder paramilitar admitiera su participación en el asesinato de Luis Carlos Olarte Gaviria, destacado líder sindical y exconcejal, perpetrado el 3 de octubre de 2003 en Segovia, Antioquia.
El delito fue llevado a cabo por miembros del ya disuelto Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia. Además, Macaco deberá enfrentar multas y compensaciones a los familiares de la víctima, según las autoridades judiciales en Bogotá el 17 de abril de 2024.
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La condena impuesta también abarca crímenes adicionales, como actos de terrorismo y concierto para delinquir agravado, evidenciando la gravedad de los hechos. Las investigaciones, llevadas a cabo por un fiscal especializado en violaciones a los derechos humanos, han demostrado cómo los ataques armados dirigidos a Olarte Gaviria se debieron a sus denuncias contra la extracción ilegal de minerales en la región.
El caso fue manejado bajo los lineamientos de la ley 600 de 2000, que rige el sistema penal del país, indicando un proceso exhaustivo y detallado en la búsqueda de justicia para la víctima y su familia.
Las acciones y directrices de Macaco con sus subordinados llevaron a que se emitiera una orden judicial que implica, no solo tiempo en prisión, sino también la obligación de compensar económicamente a los parientes de Luis Carlos Olarte Gaviria.
Estas compensaciones incluyen el equivalente a quinientas veces el salario mínimo legal mensual vigente por concepto de perjuicios y daños morales. La sentencia refleja un esfuerzo por parte del sistema judicial colombiano para abordar y castigar adecuadamente los delitos cometidos en el contexto del conflicto armado interno del país y las graves violaciones a los derechos humanos asociadas.
A lo largo de este proceso judicial, se ha puesto de relieve la importancia de perseguir a los responsables de actos criminales, independientemente de su posición o poder. La admisión de culpa por parte del exjefe paramilitar no solo representa un cierre para los familiares de la víctima, sino que también sienta un precedente en la lucha contra la impunidad en Colombia.
#NarcoFiles destapa vínculos entre Universidad Sergio Arboleda y crimen organizado
Una colaboración periodística internacional denominada #NarcoFiles, en conjunto con el medio independiente Vorágine y otros cuarenta medios de comunicación, ha expuesto supuestas conexiones entre el crimen organizado y la Universidad Sergio Arboleda en Colombia.
Según las investigaciones, dentro de esta institución educativa se habrían llevado a cabo operaciones relacionadas con el paramilitarismo, involucrando a estudiantes de posgrado y al director de una maestría, quienes estarían vinculados a esquemas para ocultar bienes del exjefe paramilitar Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’.
El proyecto #NarcoFiles reveló que un traficante conocido como Francisco Ortiz Navarro, alias ‘Maestrico’, se infiltró en la universidad como estudiante para avanzar en sus planes de usar a miembros de la comunidad universitaria como testaferros de propiedades en el departamento de Antioquia. En uno de los casos, Luis Eduardo Puerto Ramírez, distinguido académico y director de la maestría en finanzas, habría accedido a figurar como propietario de una finca adquirida con fondos ilícitos, según documentos judiciales de 2020. A pesar de recibir un vehículo como compensación por parte de Ortiz Navarro, Puerto negó inicialmente el conocimiento de las verdaderas intenciones detrás de la operación, aunque investigaciones posteriores sugirieron lo contrario.
Otro ejemplo de la supuesta red de lavado de activos y ocultamiento de bienes fue el caso de Yebrayl Hernán Cadena, un ingeniero civil y compañero de clase de Maestrico, quien adquirió tierras en el municipio de Puerto Berrío, siguiendo un patrón similar al descrito anteriormente. Aunque Cadena aportó una parte del dinero para la compra, la operación se llevó a cabo bajo el auspicio del Bloque Central Bolívar, liderado por ‘Macaco’.
Adicionalmente, se mencionó a Roberto Jiménez, hermano de ‘Macaco’ y recientemente nombrado alcalde de Dosquebradas, Risaralda, como parte de las investigaciones. Las filtraciones indican su involucramiento en operaciones de compra de terrenos a precios subvaluados, lo cual destaca la extensión de estas actividades más allá de los límites académicos hacia la esfera política.