Un cumpleaños del terror. Así recuerda la creadora de contenido Antonia Mendoza su viaje con amigos de hace algunos años a las playas de Cartagena, luego de que un parasito terminara arruinando su fiesta al colarse por los pies de los invitados, directo a su organismo.
“Ustedes se preguntarán qué es esto. Y esto es algo que me pasó en el 2017 en Cartagena. Se me llenaron los pies de gusanos, de una especie que se llama larva migrans”, recordó en un video compartido a través de la plataforma TikTok.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Ocurrió cuando, junto a su novio de entonces, fueron al cumpleaños de un amigo, pero, lamentablemente, “todo terminó en catástrofe, porque no solo” Antonia resultó con gusanos en los pies. Todos los invitados fueron infectados.
El incidente se registró “dos días antes de devolvernos a Bogotá, fue tétrico. Mi exnovio con sus amigos estaba jugando futbol, mientras las chicas estábamos hablando, echando chisme, parchadas. Todo indica que en alguna de esas patadas mi novio de ese momento levantó un trozo de popo de un perro o un gato y ahí empezó todo”.
Su pareja de entonces no tardó en notar los primeros síntomas. “Fue como si él pisara donde estaban los huevitos de las larvas, ellas entraran a sus pies y empezaran a comérselo por dentro. Básicamente, al terminar ese día, él estaba desesperado porque le dolía y llegó a pensar que se trataba de un agua mala”.
Ya en la noche no aguantó más la picazón y se desplazaron hasta una droguería cercana en dónde consiguieron una pomada, pero, al llegar a Bogotá, los demás comenzaron a notar que algo andaba mal con sus extremidades inferiores.
Sentían dolor, picazón sobre todo en las noches y notaban como pequeñas líneas rojas con forma de lombrices o gusanos se desplazaban por sus pies, desde los dedos y hacía el empeine o las palmas.
Entonces, acudieron a un especialista y ahí “nos explicaron que teníamos larvas migrans en los pies, gusanos en los pies. Empezamos tratamiento, fueron semanas horribles, andábamos en crocs por toda Bogotá y lo que más impresión nos causaba era cuando el gusano amanecía en un lado y durante el día se desplazaba a otro... pero bueno, ahí entendí que hay que andar con zapatos en la playa”.
El de Antonia no es el único testimonio de infección por larvas migratorias en la costa cariba colombiana:
Meses atrás fue noticia el testimonio de una turista que, al igual que la creadora de contenido bogotana, experimentó un incidente inusual tras pasear descalza en una playa de Coveñas, Colombia, que resultó en una infección parasitaria en su pierna.
Este acontecimiento fue difundido para alertar a otros visitantes sobre los riesgos de no usar protección en los pies mientras se disfruta de las zonas costeras.
El incidente ocurrió cuando la afectada, quien disfrutaba de sus vacaciones en la célebre costa caribe colombiana, decidió caminar descalza sobre la arena. Días después de su regreso a Bogotá, notó una irritación cutánea que inicialmente atribuyó a una picadura de mosquito o una posible alergia. Sin embargo, con el paso del tiempo, la molestia se intensificó, manifestándose principalmente durante la noche con un picor insufrible.
Tras una visita fallida al servicio de urgencias, donde se le diagnosticó erróneamente con un hongo o una reacción alérgica, un dermatólogo finalmente identificó la presencia de un parásito conocido como larva migratoria, comúnmente asociado a las heces de perros y gatos.
Este parásito tiene la capacidad de transmitirse a las personas que entran en contacto directo con áreas contaminadas por las heces de estos animales y es habitual en lugares donde las personas llevan a sus mascotas y no limpian de manera adecuada sus desechos.
La víctima usó su experiencia para hacer un llamado a la precaución, aconsejando a los viajeros llevar siempre puesto su calzado y también una toalla para evitar el contacto directo con la arena en playas donde se permita la presencia de perros y gatos.
La afectada aprovechó sus redes sociales para educar a seguidores y demás usuarios sobre la importancia de la higiene personal y la precaución al visitar la playa, subrayando que este tipo de parasitosis es evitable con medidas simples como el uso de sandalias y el despliegue de toallas sobre la arena. Un testimonio que les recuerda a viajeros y locales la importancia de mantener, incluso en temporada de vacaciones, la bien llamada conciencia sanitaria.