El último informe sobre la calidad de los servicios de salud en América Latina revela que las instituciones brasileñas y colombianas dominan los primeros puestos del “Ranking de Hospitales y Clínicas de América Latina 2023″.
El Hospital Israelita Albert Einstein en São Paulo, Brasil, lidera esta lista con una destacada calificación de 93,46 sobre 100. Le siguen, no muy lejos, el Hospital Sírio-Libanês, también ubicado en São Paulo, con una puntuación de 71,75, y la Fundación Cardioinfantil en Bogotá, Colombia, que alcanza los 67,4 puntos.
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En el cuarto lugar aparece el Hospital Moinhos de Vento, en Porto Alegre, Brasil, con 64,06 puntos; mientras que el top 5 lo cierra la Clínica Imbanaco, en Cali, con 59,45 puntos.
La investigación de AméricaEconomía se centró en el análisis de 46 centros médicos latinoamericanos, tomando en consideración aspectos vitales como el capital humano, infraestructura, gestión del conocimiento, reputación institucional, eficiencia operativa, dignidad en el tratamiento, experiencia de los pacientes, y sobre todo, la seguridad de los pacientes.
Este meticuloso análisis viene a subrayar no solo la resiliencia y capacidad de adaptación de los centros médicos latinoamericanos frente a adversidades como la pandemia de Covid-19, sino también su compromiso con la excelencia y la calidad en el servicio a sus pacientes.
Los sujetos de estudio incluidos en esta evaluación, fueron seleccionados mediante una encuesta aplicada a diversas instituciones a lo largo de la región, proporcionando así una mirada detallada y comparativa de sus prestaciones. Los criterios de selección abarcaron desde la experticia y habilidades del personal médico hasta las tecnologías utilizadas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, aspectos que son fundamentales para garantizar servicios de salud de alta calidad que respondan eficazmente a las necesidades de los pacientes.
Gremio de las EPS admite deuda con el sector de la salud
La Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi) reveló que las deudas acumuladas del sector salud en el país ascienden a más de 6,6 billones de pesos, señalando de manera enfática a la Unidad de Pago por Capitación (UPC) como el principal factor de insuficiencia financiera.
Este anuncio se produce en un contexto donde el Gobierno de Colombia ha decidido intervenir varias Entidades Prestadoras de Salud (EPS) importantes, tales como Emssanar, Famisanar, Nueva EPS y EPS Sanitas, debido a un incumplimiento significativo en los indicadores financieros.
Según el informe de Acemi, estas entidades acumulan una deuda importante, con Emssanar liderando el listado con un saldo de 1,1 billones de pesos. La situación financiera crítica ha llevado al Gobierno a tomar medidas drásticas como la destitución completa de las directivas de estas EPS, lo que marca un punto de inflexión en la gestión del sistema de salud colombiano.
La crítica hacia la UPC, según se detalló, deriva de una fórmula de cálculo que no estaría ajustada a la realidad económica, afectando directamente la viabilidad y sostenibilidad de las EPS.
En una exposición más detallada, Mario Cruz, vicepresidente técnico de Acemi, destacó la variedad de mecanismos de financiamiento disponibles para las EPS, diferenciándolas en fuentes endógenas y exógenas. No obstante, remarcó las dificultades para acceder al mercado de crédito y la escasa atracción de inversión en el sector salud como problemas estructurales graves.
De igual manera, Cruz mencionó que, de las 24 EPS evaluadas a nivel nacional, solo 8 cumplen con el indicador de inversión de reserva, situación que se agrava por una gestión gubernamental que no provee los recursos a tiempo, exacerbando el déficit presupuestal.
En un foro organizado por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), se discutió la metodología detrás de calcular el financiamiento de salud, arrojando luz sobre discrepancias entre las proyecciones y la realidad económica, como la inflación. Bruce Mac Master, presidente de la Andi, señaló la responsabilidad del Gobierno en asegurar la transparencia y eficacia en estas intervenciones, enfatizando la inaceptabilidad de cualquier acto de corrupción.
Finalmente, frente a la invitación del presidente Gustavo Petro Urrego, Acemi ha aceptado establecer un diálogo permanente con el objetivo de alcanzar soluciones a largo plazo para la crisis del sector salud, buscando un consenso que beneficie tanto a los pacientes como a la estabilidad del sistema de salud en Colombia.