Por qué el cuatro en números romanos del reloj de la catedral primada de Colombia está mal escrito

En vez del típico IV, en lo más alto, el templo exhibe un IIII, después del III y antes del V

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La peculiar forma de escribirlo
La peculiar forma de escribirlo sería un capricho del rey Carlos V - crédito @quinteropfeifer y Museo Británico

Hace falta buen ojo y fijarse bien para notar el error que exhibe en lo alto el reloj de la Catedral Basílica Metropolitana y Primada de la Inmaculada Concepción y San Pedro de Bogotá o Catedral Primada de Colombia, por cuenta del capricho de un rey.

Según explicó en sus redes sociales el creador de contenido bogotano Santiago Quintero Pfeifer, “se trata de un debate histórico que no solo está presente en Colombia, sino en todo Occidente y es la forma en la que se escribe el número cuatro en diversos relojes”.

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Y es que, en lugar de llevar un I, seguido de un V, como dicta la norma de los números romanos, el número cuatro del reloj empotrado en el santo sacro está escrito con cuatro IIII, como ocurre en cientos de relojes alrededor del mundo:

“En la Catedral Primada y en la Iglesia de San Francisco podemos ver que se escribe con cuatro I y no con un I y una V, como se hace convencionalmente”, insistió Pfeifer, en cercanías al imponente monumento colombiano.

La idea habría sido del Rey Carlos V, tras un disgusto con el diseño del reloj de su palacio crédito @quinteropfeifer / TikTok

Se desconoce cuál es el verdadero origen de este error de digitación, pero, se cree que tiene su origen en los caprichos del rey Carlos V de Francia, quien estuvo a la cabeza de la corona durante 16 años.

“Una de las hipótesis más famosas es que en la Francia de Carlos V, en el siglo XVI, el relojero Henry de Vick diseñó un reloj para la torre del palacio real de Francia con el número cuatro romano, escrito convencionalmente IV. Pero, como al rey no le gustó, decidió dejar cuatro IIII; ya que en la época se decía que los reyes no se equivocaban”.

Para no llevar la contraria al rey o, simplemente por gustos, relojeros y compradores empezaron a utilizar piezas con el IIII, en vez del IV y, “desde ahí fueron varias las réplicas de esta forma de escribir el número cuatro, a tal punto que llegó al corazón mismo de Bogotá”.

Templo mormón en la capital esconde un pequeño hostal en su interior:

Rumores y leyendas urbanas indican
Rumores y leyendas urbanas indican que bajo el templo hay túneles que llevan al aeropuerto y a la embajada de los Estados Unidos - crédito Aaron Nuffer

El Templo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Bogotá, conocido comúnmente como el templo mormón, ha sido objeto de fascinación y misterio entre los habitantes de la ciudad.

Ubicado en la intersección de la autopista Norte con calle 127, este edificio religioso se destaca no solo por su arquitectura sino también por las leyendas urbanas que lo rodean, desde su inauguración en 1999.

El templo ha sido un enigma, especialmente debido a su uso exclusivo para miembros de la iglesia, lo que ha alimentado curiosidades sobre lo que sucede en su interior. Sin embargo, explorando más allá de su fachada imponente y los jardines abiertos al público, se descubre que el templo ofrece alojamiento a los viajeros mormones, funcionando como un pequeño hostal para aquellos fieles que visitan Bogotá.

En su interior funciona también un pequeño hostal - crédito @quinteropfeifer / TikTok

Además de ser un lugar de culto, el templo, según Pfeifer en un video anterior es el único sitio en la ciudad donde los miembros de la Iglesia pueden contraer matrimonio bajo la creencia de que su unión será eterna. Tales características dan cuenta de la importancia del templo para la comunidad mormona en Bogotá, haciendo de él un punto de encuentro y espiritualidad.

El templo no solo es notable por su función religiosa y de hospedaje sino también por sus aspectos arquitectónicos únicos. Entre ellos destaca la figura del ángel Moroni, elaborado en fibra de vidrio y colocado en un punto alto del edificio, el cual capta la atención no solo por su simbolismo religioso sino también por servir de pararrayos.

Contra las especulaciones populares, rumores como la existencia de túneles secretos que conectarían el templo con lugares estratégicos como el aeropuerto o la embajada de los Estados Unidos han sido desmentidos, dejando en claro que el verdadero enfoque del templo es proveer un espacio de fe y reflexión para los creyentes.

Más allá de las historias y mitos urbanos, el Templo de Bogotá representa un oasis de tranquilidad y espiritualidad para la comunidad mormona, en contraste con el bullicio de la ciudad. Aunque su interior permanece reservado para los miembros de la iglesia, la presencia del templo en la capital colombiana es un recordatorio de la diversidad religiosa y cultural que caracteriza a la metrópolis y una oportunidad para conectar con su lado espiritual, más allá de su religión.

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