En marzo de 2024, la cifra de ciudadanos colombianos detenidos por intentar ingresar ilegalmente o por solicitar asilo en Estados Unidos mostró un aumento significativo, según reportes de la Agencia para Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
De acuerdo con lo reportado por la agencia, se registraron 13.781 arrestos, lo que representa un incremento de aproximadamente el 9% respecto a febrero del mismo año y casi un 75% en comparación con enero, cuando se detuvieron 7.983 personas. Cabe destacar que la mayoría de estas detenciones ocurrieron en la frontera sur con México, evidenciando la persistente tendencia de migración hacia el territorio estadounidense.
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Este aumento de detenciones de colombianos contrasta ligeramente con las cifras globales, que indican una leve disminución de arrestos en la frontera estadounidense, pasando de aproximadamente 256.000 a 246.000 entre febrero y marzo de 2023.
Desde el inicio del año fiscal (que en EE.UU inició en octubre de 2023), se han documentado unas 83.666 detenciones de ciudadanos con nacionalidad colombiana, número ligeramente inferior al registrado en el mismo período del año fiscal previo con 91.000 personas.
Asimismo, las estadísticas destacan el aumento significativo de migrantes venezolanos que llegaron a lo puestos de entrada al país americano, los cuales experimentaron un crecimiento del 50% en marzo, alcanzando los 21.400 arrestos; una cifra que prendió las alarmas de las autoridades, dado que la migración de venezolanos había mostrado una considerable reducción durante los más recientes meses. Por ejemplo, en diciembre de 2023 se registraron 62.000, en enero 16.000 y en marzo 14.400.
La creciente migración desde Colombia y Venezuela emerge en un contexto complejo, marcado por factores como la proximidad de las elecciones presidenciales en Venezuela previstas para julio, en las que se espera que el régimen de Nicolás Maduro siga en el poder; la posible reelección de Donald Trump en Estados Unidos en noviembre y el consecuente endurecimiento de políticas migratorias; así como el inicio de la primavera, que suele activar el flujo migratorio debido a condiciones climáticas más favorables. Estos elementos sugieren posibles causas detrás del notable incremento en el número de detenciones.
De igual forma, en el marco electoral estadounidense, el tema migratorio adquiere particular relevancia; incluso, las especulaciones indican que la administración de Joe Biden podría estar considerando implementar medidas migratorias más estrictas mediante la autoridad ejecutiva, que incluirían restricciones al asilo para aquellos migrantes que no utilicen los puertos de entrada designados entre México y Estados Unidos, afectando potencialmente a quienes atraviesen rutas peligrosas como el Tapón del Darién.
Estas políticas buscarían priorizar la deportación o expulsión de nuevos migrantes como estrategia para mitigar el flujo migratorio.
Colombia y Panamá desmienten a HRW sobre desamparo de migrantes en la selva del Darién
Los gobiernos de Colombia y Panamá negaron las aseveraciones hechas por Human Rights Watch (HRW), las cuales indicaban un supuesto desamparo hacia los migrantes que atraviesan la selva del Darién. Las autoridades de ambas naciones destacaron su compromiso con la asistencia a los viajeros y solicitaron más apoyo internacional frente a esta crisis migratoria.
La controversia surgió tras un informe de la HRW, publicado el 3 de abril, en la cual se critica la gestión de Colombia y Panamá respecto a la seguridad y protección de los migrantes en su travesía por el Darién hacia Estados Unidos. Este documento de 120 páginas señala falencias en la investigación de crímenes, tales como violaciones sexuales y otros abusos sufridos por los migrantes.
En respuesta, Luis Gilberto Murillo, canciller encargado de Colombia, junto a la canciller de Panamá, Janaina Tewaney, defendieron las acciones realizadas por sus gobiernos en una conferencia de prensa en Ciudad de Panamá.
Con más de 520.000 individuos atravesando la jungla en 2023 y alrededor de 110.000 en lo que va del año, según datos oficiales de Panamá, la ruta por el Darién resalta como una de las más concurridas y peligrosas para los migrantes. Estos, en su mayoría originarios de Venezuela, Haití, Ecuador, Colombia y China, enfrentan no solo los riesgos naturales del entorno, sino también a criminales que aprovechan la vulnerabilidad de los viajeros.