Cada vez es más difícil para los colombianos el consumo con tarjetas de crédito y débito, dice informe

Los más afectados fueron aquellos con ingresos superiores a diez salarios mínimos, mientras que las personas con ingresos de hasta tres salarios reportaron los mayores avances

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El gasto de los hogares
El gasto de los hogares no despega en Colombia. En 2023 cayó 2,36% y llegó a $1.026 billones - crédito Sáshenka Gutiérrez/EFE

Un reciente informe de la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado Bancolombia destaca una tendencia decreciente en el consumo de los hogares colombianos al utilizar tarjetas de débito y crédito a lo largo de los últimos 16 meses, lo que marca el punto más bajo en los primeros tres meses del año 2024, a pesar de un leve repunte en el último trimestre del 2023.

La investigación señala que la dinámica de compras durante la temporada de fin de año no logró invertir la tendencia negativa observada desde hace casi año y medio, con un saldo en rojo que persiste y afecta diversos sectores de la economía colombiana.

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El consumo en los hogares colombianos muestra un particular interés durante la Semana Santa, periodo que tradicionalmente impulsaba la actividad económica. Sin embargo, en 2023 y 2024, el gasto se contrajo de manera significativa al alcanzar el peor desempeño de los últimos cuatro años. Esto, ante un panorama de tasas de interés elevadas, dólar alto, inflación lejos de la meta del Banco de la República y un crecimiento económico que es preocupante.

Compra de bienes básicos

Este detrimento se atribuye a una preferencia por la compra de bienes básicos en supermercados sobre otras actividades de ocio, como los viajes y el turismo, que no experimentaron un crecimiento notable.

“La oferta de los restaurantes buscó ajustarse a la demanda de los comensales durante esta temporada,” refleja el documento de la entidad bancaria, lo que indica una adaptación del sector gastronómico a las nuevas tendencias de consumo. En este se precisa que el índice de compras de los tarjetahabientes Bancolombia alcanzó un valor de 107 en el cuarto trimestre de 2023, lo que evidenció una dinámica menos favorable frente al cuarto trimestre de 2020 y de 2022.

Además, el gasto de las familias sufrió un deterioro en la mayoría de las ciudades analizadas, mostrando un panorama preocupante para la economía doméstica.

Bucaramanga, a pesar de registrar el menor retroceso, junto con Cartagena y Santa Marta, ciudades turísticas, lograron los mejores resultados en comparación con los demás análisis realizados a lo largo del año. Por otro lado, Bogotá y Cundinamarca experimentaron las caídas más significativas en el consumo, mientras que Neiva, Barranquilla y Cúcuta fueron las más afectadas en términos de decrecimiento económico.

El informe también resalta la incidencia del aumento de la demanda de alimentos típicos de temporada, como peces y mariscos, que contribuyó al incremento del gasto en supermercados y restaurantes. No obstante, el gasto en viajes y hospedaje no mostró un impacto considerable, lo que sugiere que las decisiones en el ámbito turístico son generalmente planificadas con antelación y no se dejaron influenciar significativamente por las tendencias de consumo durante la Semana Santa.

El turismo de Semana Santa
El turismo de Semana Santa no impactó mucho el consumo por medio de tarjetas en marzo de 2024 en Colombia - crédito Ministerio de Comercio, Industria y Turismo

Los más afectados

Desde la perspectiva de los ingresos, el análisis del índice de consumo basado en los salarios mínimos legales vigentes (smlv) revela que, aunque hubo avances en los niveles de gasto en tres de los estratos económicos analizados de febrero a marzo, todos los segmentos enfrentaron retrocesos en comparación con el año anterior.

Los más afectados fueron aquellos con ingresos superiores a diez smlv ($13.000.000), mientras que las personas con ingresos de hasta tres smlv ($3.900.000) reportaron los mayores avances.

Este contexto económico sugiere un reto para los encargados de formular políticas económicas y para el sector privado, que deberán adaptarse a las cambiantes dinámicas de consumo y encontrar estrategias para revitalizar la economía doméstica. La persistente tendencia a la baja en el consumo de las familias colombianas resalta la necesidad de monitorear de cerca estos indicadores y proyectar acciones que promuevan una recuperación sostenible.

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