A principios de abril del 2024, el mercado de ganado vivo en Colombia experimentó un declive en los precios de las subastas que no llevaron a cabo eventos comerciales durante la Semana Santa.
Uno de los mayores descensos se registró en la subasta Suganar en Chigorodó, Antioquia, donde los precios del ganado macho cebado disminuyeron entre un 15,8% y un 12,7%, situándose entre $6.608 y $6.806 por kilogramo. En Santander, en la subasta Sugaberrio de Cimitarra, se observó una caída del 8%, alcanzando los $7.277 pesos por kilogramo. Esto según datos de la Bolsa Mercantil de Colombia.
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Asimismo, en los Llanos Orientales también se evidenciaron reducciones significativas, particularmente en la subasta de San Martín, donde los precios del ganado macho cebado bajaron entre un 7,8% y un 7,1%, oscilando entre $8.067 y $7.475 por kilogramo. En el caso de las comercializadoras de Córdoba, también se observaron disminuciones en los precios.
¿A qué se debe la caída?
En los primeros dos meses del 2024, las exportaciones de carne vacuna desde Colombia totalizaron 160.000 toneladas según el Ministerio de Agricultura. Esta cifra representó el 32% de la producción nacional durante ese tiempo. Un panorama distinto con respecto al mismo periodo del año pasado, donde las exportaciones alcanzaron las 852.000 toneladas y la producción fue de casi 3.3 millones de toneladas, según la misma cartera. En este momento, las exportaciones representaron el 25% de la oferta total.
Se observó un cambio en la dinámica del negocio, en el cual las exportaciones están cobrando mayor relevancia. Además, las empresas que exportan pueden distribuir mayores cantidades de sus productos en el mercado nacional, lo que les ayudará a reducir costos y compensar la pérdida de competitividad ocasionada por los impuestos de exportación y la depreciación del valor del dólar en comparación con la inflación.
Sin embargo, esto tuvo un impacto en el consumo interno, que atraviesa una crisis cada vez más profunda. La oferta para la demanda local es baja, con apenas 44 kilogramos por habitante en el primer bimestre, en comparación con los 52 kilos del año anterior.
Esto indica que la oferta interna se redujo aproximadamente un 15% durante el primer bimestre del año en comparación con el promedio del año anterior. Históricamente, cuando la oferta de carne vacuna se reducía, la demanda solía responder de manera inmediata, lo que reflejaba la rigidez de la demanda.
Sin embargo, la crisis actual parece haber cambiado este patrón, ya que los precios de la carne vacuna han aumentado menos que la inflación en los últimos meses, lo que ha tenido un impacto en los precios del ganado destinado a la faena.
La situación está impactando en los precios del ganado vacuno, que, aunque tienen niveles históricos favorables en dólares, están aumentando en esa misma moneda debido al incremento en los costos de los insumos, como el combustible.
Además, todo parece indicar que los precios del ganado no serán suficientes para contrarrestar la combinación de la inflación acumulada, la demora en la actualización del tipo de cambio, la falta de competitividad en las exportaciones y la reducción del poder adquisitivo de los consumidores.
Esta situación también impacta en el negocio de la cría de ganado. Los terneros se están vendiendo en un rango de $2.000 a $2.200 pesos por kilogramo, y las terneras entre $1.900 y $2.100 pesos por kilogramo, indica la Bolsa Mercantil de Colombia.
De acuerdo con Carlos Botero, ganadero de ceba y propietario de la empresa Agropecuaria Patio Rico La Ceiba, la caída en la demanda de ganado por parte de los compradores habituales incide directamente en el precio, pues los productores se ven obligados a ‘malvender’ para responder ante sus obligaciones financieras. “Hay que vender al precio que sea porque hay que pagar la nómina”, aseguró.