Casi ocho años después de la tragedia del equipo de fútbol brasileño Chapecoense en Colombia, ocurrida el 28 de noviembre de 2016, siguen conociéndose consecuencias. Un total de 71 personas de las 77 que viajaban en el vuelo 2933 de la aerolínea LaMia murieron luego de que el avión se estallara en La Unión (Antioquia); entre ellos, 19 jugadores del equipo, 20 periodistas y 25 personas relacionadas con el club, entre dirigentes e integrantes del cuerpo técnico.
Justamente, por la muerte de uno de los trabajadores de la institución, Chapecoense está obligado a pagar una millonaria indemnización a la familia del empleado. De acuerdo con El Tiempo, deberá pagar 600.000 reales, lo que equivale a 118.000 dólares, aproximadamente.
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Además, tendrá que entregar una pensión mensual a la viuda del empleado y a sus cinco hijos; el monto equivale al salario que entonces estaba percibiendo la víctima de la tragedia y el tiempo de pago se extiende hasta 2049. Esto, debido a los daños materiales causados por el accidente.
De acuerdo con la revista Semana, los familiares del trabajador han tenido que enfrentar dificultades económicas luego de la pérdida de su ser querido y es por ello que requieren de una indemnización.
¿Cómo fue la tragedia del Chapecoense?
El equipo se dirigía al Aeropuerto Internacional José María Córdova, en Rionegro (Antioquia), porque disputaría la final de la Copa Sudamericana contra Atlético Nacional, en una llave a ida y vuelta frente al entonces vigente campeón de la Copa Libertadores.
Cuando el avión ingresó al espacio aéreo colombiano, empezó a evidenciar fallas que de inmediato fueron reportadas por los pilotos. “Lima Mike India dos nueve tres tres dos uno cero en acercamiento y solicitamos prioridad para la aproximación ... se nos ha presentado un problema de combustible”, informó uno de los pilotos al Control de Tránsito Aéreo (ATC), según detalló la Aeronáutica Civil en un informe.
“Lima Mike India dos nueve tres tres está en falla eh total eléctrica total sin combustible”, añadió el piloto. El ATC respondió asegurando que la pista para aterrizar estaba libre para el aterrizaje y que los bomberos estaban alertados.“La señal radar se perdió, no lo tengo notifique rumbo ahora”, dijo el funcionario del ATC.
El contacto entre la torre de control y el avión se perdió por completo y la aeronave terminó estrellándose en suelo colombiano por las fallas técnicas, lo que dejó decenas de víctimas mortales. Los jugadores de Nacional que se enfrentarían al Chapecoense decidieron renunciar a jugar la final y la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) declaró al club de la ciudad de Chapecó como campeón de la Copa Suramericana 2016.
El accidente solo dejó seis sobrevivientes: Erwin Tumiri, el técnico de aviación, y Ximena Suárez, una azafata, ambos de nacionalidad boliviana; Rafael Henzel, un periodista que acompañaba al equipo, y los futbolistas Jackson Follmann, Alan Ruschel y Helio Neto. En 2019, Tumiri relató a Infobae Colombia lo que presenció minutos antes del accidente.
“Escuché varias vibraciones. Me imagino ahora que esas vibraciones eran los motores apagándose y ya después de eso se encendió la luz de emergencia. Después lo único que he escuchado es a Ximena (la azafata) diciendo ‘Ay Dios mío, ay Dios mío’”, detalló el sobreviviente.
Debido a la falta de combustible, los motores se apagaron y la energía de la aeronave se perdió. Entonces, las puertas se despresurizaron y el agua lluvia empezó a entrar. Luego, las luces se apagaron y el avión se estrelló.
“Yo me quedé agachado y al levantarme solo pude ver barro y ensangrentado todo el avión (sic). A mi alrededor veía muertos, otros en sus últimos lamentos, que estaban ahí. Y bueno, pues, no podía hacer nada tampoco porque ya estaban muertos”, relató.