El martes 9 de abril, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) reportó la fuga de las dos adolescentes que fueron halladas con el ciudadano estadounidense, Timothy Livingston, en un hotel del Poblado, de un centro de protección de la entidad. A raíz de lo sucedido, la entidad tomó una drástica decisión.
El hecho ocurrió justo antes de la llegada de investigadores de Estados Unidos a Medellín, quienes tenían como objetivo tomar testimonio de las jóvenes. Posteriormente, se conoció que la menor de 12 años fue hallada y trasladada a otro espacio de protección en Antioquia, mientras la búsqueda de la adolescente de 13 años aún continúa.
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Respecto a lo sucedido, Adriana Velázquez, directora del Icbf, señaló que estas modalidades de atención, como son los centros de paso, no cuentan con presencia permanente de uniformados, por lo que se rige a voluntad del menor estar o dentro del recinto. Ahora, si el adolescente identifica una posibilidad de escapar, puede hacerlo, como sucedió. Es por ello que, ante el riesgo latente de huida o abandono del centro y que no puedan ser reubicadas, la directora del instituto confirmó que en cuanto la menor de 13 años sea localizada, será trasladada a otra ciudad.
Entre tanto, el Icbf reveló nuevos detalles sobre el caso de dos menores de edad. Las investigaciones del Icbf destaparon que estas niñas habían sido víctimas de abuso previo y se encontraban en una situación de vulnerabilidad significativa. Esta situación alarmante también derivó en el descubrimiento de un hermano de una de las menores en estado de mendicidad, que actualmente se encuentra bajo la custodia del instituto.
Adicionalmente, el Icbf profundizó en la historia de estas menores, descubriendo que residían en un entorno donde otras niñas también podrían haber sido explotadas sexualmente.
Este descubrimiento fue realizado durante una indagación llevada a cabo por la Policía Nacional de Colombia, que apunta a una red más amplia de explotación de menores en la región. De hecho, las autoridades reportaron que una de las menores ya había estado en un proceso de restablecimiento de sus derechos, pero había huido del sitio para regresar a la calle, donde, según el Instituto, permanece la mayor parte del día.
De otro lado, Adriana Velázquez, subdirectora general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, expresó la preocupación de la entidad por la seguridad y bienestar de estas niñas y otras que podrían estar en circunstancias similares.
“La Policía está haciendo esta indagación, encontramos otras niñas que estaban viviendo en un mismo espacio con estas dos niñas, entonces, todas son menores de edad, seguramente ya han sido víctimas de violencia sexual y por otras personas”, expresó la funcionaria.
Entre las medidas que está tomando el Icbf para proteger a las dos menores, se encuentra el diálogo con las familias y amigos de las niñas, en un esfuerzo por evaluar su nivel de vulnerabilidad y brindar la protección necesaria. Sin embargo, encontraron que ninguna de las dos contaba con protección en su hogar.
Por otra parte, las autoridades también detallaron que una de las menores es de nacionalidad venezolana, lo que agrega una capa de complejidad al caso, ya que se está colaborando con Migración para determinar su estado migratorio y el de su familia en el país:
“Estamos identificando con Migración Colombia si su familia y ella, luego de varios años que han permanecido aquí en Colombia, ya ha encontrado una regularización de su estado o su permanencia aquí en territorio nacional. Identificamos que tenía una deserción alta en su entorno escolar”, indicó Velásquez.