La delegación del Gobierno de Colombia en la mesa de diálogo con el ELN (Ejército de Liberación Nacional) le hizo un llamado al grupo guerrillero para que no se detenga el tiempo y se enfoque en progresar en las negociones de paz.
Esta reacción surge después de que el ELN anunciara una pausa unilateral en los diálogos, momento en el cual la delegación gubernamental ya se encontraba en Caracas, Venezuela, preparada para una nueva ronda de conversaciones.
El objetivo principal de estas conversaciones es abordar y avanzar en temas cruciales, como la situación de las poblaciones en los departamentos de Arauca, Chocó y Nariño, y los derechos de las víctimas de este prolongado conflicto.
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Venezuela ha jugado un papel importante al facilitar un lugar para estas conversaciones, destacando también la presencia y el apoyo de la comunidad internacional en el proceso.
La delegación gubernamental enfatiza la importancia de aprovechar estos espacios y recursos para concentrar las discusiones en la mesa de diálogos, con el fin de avanzar en la construcción de una paz duradera en Colombia.
La crítica situación humanitaria en varios departamentos del país es uno de los asuntos urgentes a tratar, buscando soluciones que atiendan a los derechos fundamentales de las víctimas involucradas en el conflicto. El ELN ha expresado previamente su intención de pausar las negociaciones hasta que se realice una reunión extraordinaria para abordar lo que describen como operaciones del gobierno destinadas a debilitar al grupo en Nariño.
A pesar de estos contratiempos, el llamado del gobierno a no perder tiempo sugiere una disposición a continuar con el diálogo y a encontrar caminos que permitan avanzar en el proceso de paz. La reunión en Caracas con la delegación del ELN y el apoyo internacional son vistos como una oportunidad crucial para reafirmar el compromiso de todas las partes con la paz.
Esto dice el comunicado
“La Delegación de Paz del gobierno nacional ha llegado a Caracas, Venezuela, a realizar una nueva ronda de diálogos con la delegación del Ejército de Liberación Nacional. Consideramos que es imperativo concentrar los trabajos de la Mesa de Diálogos en avanzar en el proceso de paz, tomar decisiones que desarrollen la agenda y abordar temas de fondo del proceso. De igual forma, se debe atender la grave situación que afrontan las poblaciones en departamentos como Arauca, Chocó y Nariño siendo necesario abordar asuntos fundamentales como los derechos de las víctimas. Venezuela nos ha facilitado un espacio donde dialogar para avanzar en la agenda acordada. La comunidad internacional también está acá, atenta, dispuesta a aportar cómo lo ha estado siempre. Es tiempo de concentrar las discusiones en la Mesa”.
Pausa en diálogos de paz entre Gobierno y ELN agudiza tensión
El proceso de paz entre el Gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) enfrenta un impasse, tras la suspensión del séptimo ciclo de diálogos que estaba pautado para este mes de abril.
La pausa en las conversaciones fue confirmada por la delegación del ELN, que responsabilizó al Gobierno por esta situación, señalando directamente el manejo de las discusiones con el frente Comuneros del Sur en Nariño como punto de discordia. El anuncio se produjo después de que los representantes de ambas partes se trasladaran a Caracas, Venezuela, con el propósito de continuar con las negociaciones.
La controversia surge a raíz de la inclinación del Gobierno de avanzar en una operación de desmovilización en Nariño, acción que ha sido interpretada por el ELN como una violación a los compromisos de buena fe necesarios para sostener el diálogo. La situación se agudizó cuando el gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, indicó la participación de la fracción insurgente en conversaciones regionales, lo que generó una reacción adversa de la guerrilla, llevándola a solicitar una reunión extraordinaria para tratar de resolver las diferencias surgidas.
Por su parte, el Gobierno nacional, representado por Vera Grabe, propuso discutir medidas de alivio humanitario en Arauca, así como abordar la grave situación que afecta a las poblaciones de Arauca, Chocó y Nariño, con especial atención a los derechos de las víctimas de los enfrentamientos armados. Esta propuesta busca, además, llevar a las partes a definir nuevos avances en el proceso de paz.
Los delegados de ambas partes coincidieron en Caracas el 10 de abril, con la expectativa de discutir y aclarar los puntos de conflicto que han complicado la continuidad del diálogo. En este contexto, el papel de Venezuela como facilitador de un espacio para la negociación y el interés y apoyo de la comunidad internacional han sido destacados como elementos clave para avanzar en la agenda de paz acordada.