Sigue la toma violenta de la Universidad Nacional en Bogotá: encapuchados destruyeron el sistema de cámaras del campus

Se conoció que las cámaras de seguridad de la institución las destruyeron los estudiantes en medio del paro indefinido

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Los hechos se registraron en inmediaciones a la Universidad Nacional, en Bogotá - crédito César Fuquen
Los hechos se registraron en inmediaciones a la Universidad Nacional, en Bogotá - crédito César Fuquen

Después de la elección del nuevo rector de la Universidad Nacional, José Ismael Peña Reye, varios sectores de la comunidad educativa se mantienen en paro indefinido desde hace días.

En diálogos con Mañanas Blu, el coordinador de vigilancia de la Universidad Nacional, Francisco Úsuga, reveló detalles sobre las protestas por parte de los estudiantes. En este momento estoy en el campus y no tenemos acceso por parte de los estudiantes que están manifestando en ese punto”, expresó.

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El funcionario de seguridad agregó en el medio radial también que han sido victimas de ataque por parte de alumnos, pues en medio de su inconformidad se han atrevido a quitarles el radio de comunicación y otros elementos que les quita autoridad en materia de seguridad.

“No quieren que sean grabados de ninguna manera. Destruyeron ya todo el sistema de cámaras del campus”, relató.

Encapuchados cometes actos violentos contra la seguridad de la institución - crédito Colprensa.
Encapuchados cometes actos violentos contra la seguridad de la institución - crédito Colprensa.

Úsuga aseguró que los estudiantes piensan que los sistemas de seguridad son para perseguirlos a ellos, pero realmente el funcionamiento es de seguridad para la Universidad Nacional.

Y es que en las instalaciones de la Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá, el edificio Uriel Gutiérrez, donde es la rectoría, fue asediado y tomado por un conjunto de individuos encapuchados la tarde del 8 de abril, hacia las 4:30 de la tarde.

Este grupo ejecutó una ocupación arbitraria y violenta del inmueble, lo que culminó en el desalojo forzoso de los funcionarios que allí operaban sus rutinas académicas y administrativas. Las acciones de estos manifestantes no solo interrumpieron la vida institucional, sino que además infligieron un daño considerable a la infraestructura física, rompiendo puertas, vidrios, y dañando equipos como dispensadores de alimentos y torniquetes.

La Universidad Nacional de Colombia comunicó a través de un pronunciamiento oficial que, como consecuencia directa de este acto de violencia, las labores administrativas presenciales dentro del recinto del Edificio Uriel Gutiérrez y la Unidad Camilo Torres quedarán suspendidas el día siguiente al incidente, martes 9 de abril.

Encapuchados se tomaron el edificio de la rectoría ante paro indefinido tras la elección del rector - crédito Imagen de referencia.
Encapuchados se tomaron el edificio de la rectoría ante paro indefinido tras la elección del rector - crédito Imagen de referencia.

Esta medida incluye la suspensión de los servicios ofrecidos por Unisalud a sus usuarios, en un esfuerzo por salvaguardar la integridad de la comunidad universitaria frente al caos instaurado.

“Ante estas acciones desmedidas, nos vemos en la obligación de suspender las actividades administrativas presenciales”, señaló la institución, subrayando el impacto directo que este evento tuvo sobre el funcionamiento académico y administrativo.

Además, el documento emitido por la universidad destaca los esfuerzos por propiciar un ambiente de diálogo y entendimiento, instando a la comunidad a abordar las disputas y diferencias de opinión desde un espectro de respeto mutuo y constructivismo, apartándose de las prácticas violentas que contradicen los valores y principios sobre los cuales se erige la institución educativa.

Imágenes que circulaban por redes sociales mostraron al grupo de individuos en el interior del edificio, desplegando una bandera que representa las demandas de la asamblea universitaria y, de alguna manera, pronunciando una amenaza directa contra los funcionarios de la universidad. Este acto de protesta, aunque pretenda resaltar inconformidades específicas dentro del cuerpo estudiantil o administrativo, choca frontalmente con las normativas de conducta y coexistencia pacífica promovidas por la universidad.

La institución educativa rechazó los actos violentos en el edificio de Bogotá - crédito @UNALOficial/X
La institución educativa rechazó los actos violentos en el edificio de Bogotá - crédito @UNALOficial/X

Frente a la adversidad, la administración de la Universidad Nacional reitera su compromiso con el diálogo y la conciliación, ofreciendo un llamado a todo el conjunto universitario para resolver los conflictos emergentes mediante la conversación y el intercambio de ideas.

“Reiteran a abordar los cambios desde un diálogo respetuoso y constructivo”, subraya el comunicado, en un esfuerzo por reencuadrar las prácticas de manifestación y protesta dentro de un marco que no solo procure el mantenimiento de la paz, sino que también fomente el respeto por el patrimonio público y la dignidad de la institución.

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