La Asociación Colombiana de Epidemiología (ACE) emitió un comunicado en el que expresó su opinión sobre la propuesta de reforma a la salud presentada por el Gobierno, la cual se hundió en la Comisión Séptima del Senado, y aprovechó para desmentir las cifras presentadas por el presidente Gustavo Petro sobre la mortalidad evitable por atención sanitaria.
Según el mandatario, “en los últimos 10 años han muerto más de 340.000 colombianos debido a que el sistema de salud vigente no funcionó”. Incluso, Petro ha afirmado que el sistema de salud colombiano ha cobrado más vidas que el conflicto armado.
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“340.000 colombianos murieron pudiendo vivir si se les hubiera atendido en un hospital o en una clínica, más que la violencia armada de Colombia (...) mientras se robaban 15 millones de millones de pesos”, dijo el presidente en una publicación de X (antes Twitter).
FFrente a esta afirmación, varios expertos se han pronunciado diciendo que estas cifras son inexactas y, en resumen, expresan que el concepto de “muertes evitables por el sistema de salud” no implica que estas se hayan producido únicamente por fallas del sistema. A lo anterior se suma el criterio de varios exfuncionarios y congresistas, quienes afirmaron que las declaraciones de Petro tenían el único propósito de defender el trámite de su reforma a la salud, que ya se hundió.
Ahora, es la Asocepic la que ha vuelto a abrir el debate sobre las cifras de mortalidad evitable recogidas por el Instituto Nacional de Salud y publicadas en 2023 en un informe llamado ‘Cuando la muerte es evitable’. De acuerdo con la asociación, “el 50% de todas las muertes que ocurrieron entre 1979 y 2021 en Colombia eran muertes evitables por políticas públicas. Y, de esas, el 39% eran evitables por la atención sanitaria oportuna y de calidad, y por lo tanto ocurrieron debido a fallas del sistema de salud. Al desagregar esa cifra, se concluye que por cada muerte atribuible al sistema de salud, hay 1,6 muertes adicionales atribuibles a otras políticas públicas”.
El dato anterior desmiente lo referido por el presidente Gustavo Petro y constata que la mortalidad evitable atribuible es mayor debido a políticas públicas que a las fallas del sistema de salud colombiano. Es decir, estas muertes se deben principalmente “a la afectación de determinantes sociales y ambientales, como la pobreza, los contextos sociales, económicos y políticos, la contaminación y factores de riesgo como el tabaquismo”.
La Asocepic aclaró que el análisis de la mortalidad atribuible es una metodología que no se puede interpretar como causalidad directa, es decir, que “es una aproximación” para identificar estrategias de afectación positiva de determinantes sociales y ambientales, así como el mejoramiento continuo de los servicios de salud. Así las cosas, aunque los sistemas de salud deben tener una tendencia a mejorar o transformase, haciendo que el índice de mortalidad evitable sea cada vez menor, en la práctica “ningún sistema de salud lo pueda lograr, de ahí que se reconozca que el accionar de los sistemas de salud es de medio y no resultado”.
Frente a la fallida reforma a la salud impulsada por el Gobierno, la Asociación Colombiana de Epidemiología acogió las recomendaciones la Academia Nacional de Medicina en cuanto a hacer un llamado al Gobierno nacional para que se garantice el derecho fundamental a la salud y evite la interrupción de tratamientos y servicios a los pacientes que lo requieren.
Así mismo, comparte el llamado a las entidades de vigilancia y control y a la rama judicial para que tomen las decisiones que correspondan en el marco de sus competencias pensando en la salud de los colombianos. Lo anterior implica minimizar las barreras de acceso administrativo que han generado con el modelo de Seguridad Social en Salud que existe actualmente.
“Es importante dar prioridad y asignar recursos para los procesos de prevención donde se capten de forma temprana múltiples eventos que son uno de los motivos de la mortalidad evitable. (...) La discusión actual debe despojarnos de personalismos, individualismos, donde los pacientes deben ser el centro de las decisiones”, concluyó Asocepic.