Veinte policías resultaron heridos tras el ataque de un enjambre de abejas: esto se sabe

Una base de la Fuerza Pública ubicada en el departamento de Caquetá, específicamente entre los municipios de Florencia y Morelia, cerca de la cárcel Las Heliconias, fue el escenario en la tarde del martes 9 de abril de 2024 de un inusual ataque perpetrado por un enjambre de abejas.

Este incidente resultó en al menos 20 uniformados heridos, además de varios civiles afectados. Los agentes, que en aquel momento participaban en un ejercicio de entrenamiento, fueron trasladados rápidamente para recibir atención médica en la clínica Medilaser debido a las lesiones causadas por las picaduras.

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La pronta respuesta de los cuerpos de emergencia, incluyendo al Cuerpo de Bomberos de Caquetá y la Defensa Civil, fue crucial para manejar la situación y evitar más lesionados por las picaduras. Estos equipos lograron dispersar a las abejas aplicando chorros de agua, una medida de control que se necesitó dada la falta de equipamiento de seguridad adecuado por parte de los uniformados en el lugar.

La colaboración entre las distintas instituciones permitió controlar una situación que, de no ser atendida con prontitud, podría haber resultado en un mayor número de personas afectadas.

El hecho ocurrido con los uniformados trae a colación lo ocurrido en Puerto Wilches (Santander), en el que una familia resultó afectada por la picadura sistemática de abejas africanizadas.

El grave incidente dejó un saldo de diez personas heridas, incluidos tres menores, en hechos ocurridos el miércoles 3 de abril, en el barrio Almendros, lo que generó una rápida intervención por parte de la Defensa Civil del municipio para mitigar el peligro y prestar auxilio a los afectados.

La Defensa Civil Seccional Santander, armada con equipos de protección adecuados, logró controlar la emergencia, extendiéndose también al barrio Arenal para contener otro grupo de insectos identificado. Aunque el evento culminó sin reportes de heridas de gravedad entre los habitantes, esta situación resalta la amenaza que representan estos enjambres en zonas residenciales y la crucial necesidad de una respuesta eficiente y coordinada de los equipos de emergencia.

El vocero de la Defensa Civil, Dudwing Alonso Villamizar, subrayó la eficiencia y rapidez de los voluntarios para manejar este evento que, además de afectar a humanos, también causó perjuicios a algunos animales domésticos.

Los comportamientos defensivos en las abejas pueden ser activados por determinados estímulos externos como aromas específicos, ruidos intensos y ciertos colores, revela una investigación liderada por Orlando Valega, ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional del Nordeste en Argentina, según reseñó Eje21.

Entre los elementos que más afectan a estos polinizadores se encuentran el olor a diesel, diferentes tipos de insecticidas y perfumes, además de los ruidos generados por motores y herramientas. Valega subrayó la importancia de evitar movimientos bruscos al encontrarse cerca de colmenas para no provocar reacciones agresivas en estos insectos.

El estudio especifica que los colores oscuros, principalmente el negro, pueden resultar en un mayor número de picaduras de abejas, un dato crítico para quienes se encuentran en proximidades de estos animales.

Por su parte, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos sugirió que, en caso de un encuentro cercano con abejas, es preferible alejarse del área de forma tranquila sin realizar movimientos abruptos que puedan interpretarse como amenazas por estos insectos, reduciendo así la probabilidad de un ataque.

Estos hallazgos ponen en evidencia cómo ciertos factores externos, que pueden ser comunes en el entorno humano, inciden directamente en el comportamiento de las abejas, generando situaciones de riesgo tanto para las personas como para los propios insectos.

*Esta nota fue hecha con ayuda de inteligencia artificial.