En medio de una sequía sin precedentes que azota al embalse de Guatapé, en el departamento de Antioquia, un entusiasta de la búsqueda de tesoros con detector de metales exploró la zona donde en 2017 se hundió una embarcación con 170 turistas a bordo, tragedia que dejó al menos siete personas fallecidas y dos más desaparecidas.
El aficionado logró descubrir varios objetos bajo el lodo, incluyendo un mini mp3, un radio teléfono, un celular y un reloj de la marca Invicta, que podrían tener un significativo valor tanto emocional como económico. La identidad del hombre que hizo estos hallazgos no ha sido revelada, aunque sus descubrimientos fueron compartidos ampliamente en diversas redes sociales, lo que generó gran interés y, a su vez, rememoró el doloroso suceso que afectó a cientos de personas.
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Asimismo, este evento ha evidenciado la severa sequía que actualmente enfrenta el embalse de Guatapé, que ha generado comentarios de asombro ante la disminución drástica del nivel del agua.
Algunos de los usuarios en las plataformas digitales han hecho un llamado a que estos objetos encontrados sean devueltos a las familias de las víctimas, una vez sean identificados y que puedan hacer su duelo tras la tragedia. Además, el hecho de que estos objetos hayan sido encontrados años después del accidente sería fiel muestra de cómo eventos naturales, como una sequía, pueden revelar pistas ocultas sobre incidentes pasados.
Siete años después, esto es lo que se sabe de ‘El Almirante’
En un trágico ocurrido en junio de 2017, un barco turístico con casi 170 pasajeros a bordo se hundió en la represa de Guatapé, lo que dejó un saldo de al menos siete muertos, dos desaparecidos y 21 heridos. El entonces presidente Juan Manuel Santos y el Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard) confirmaron los lamentables hechos.
Tras el incidente, 144 individuos fueron rescatados de las aguas del embalse, mientras que equipos de buzos trabajaron de forma intensa en la búsqueda de los desaparecidos, a pesar de la dificultad que representan las algas en la zona de buceo.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastre (Ungrd), liderada en aquél tiempo por Carlos Iván Márquez Pérez, se encargó de esas operaciones. A raíz del suceso, el municipio se declaró un estado de calamidad pública y suspendió toda actividad de navegación en el embalse.
Cabe anotar que el barco, identificado como El Almirante, se hundió en aproximadamente 5 minutos, según testimonios como el de Juan Quiroz, un empresario local que documentó el evento.
Esta tragedia puso en evidencia preocupaciones sobre la seguridad, particularmente en lo que respecta a la disponibilidad y uso de chalecos salvavidas, puesto que se reportó que, previo al accidente, ya había quejas sobre la administración de la embarcación en términos de medidas de seguridad.
Además, los esfuerzos de rescate y asistencia fueron apoyados por la Fuerza Aérea Colombiana y el Ejército Nacional, que desplegaron personal especializado y recursos para afrontar la emergencia. También se conoció que las víctimas del hundimiento que requirieron asistencia médica, fueron atendidas, algunas de ellas por heridas leves y otras por condiciones que requerían de vigilancia.
Este incidente en su momento generó una amplia cobertura en los medios, con declaraciones de las autoridades y testimonios de los afectados y testigos del hundimiento, señalando la rápida respuesta de los organismos de rescate y la solidaridad de la comunidad en torno a los afectados.
*Esta nota fue hecha con ayuda de inteligencia artificial.