Policía le negó la entrada al baño a un trabajador de Transmilenio: en video quedó registrado el hecho

Un video que circula en redes sociales desde el lunes 8 de abril generó malestar. En la grabación quedó registrado un acto de intolerancia: un conductor de Transmilenio mostró cómo un patrullero de la Policía le negó el acceso al baño en el portal Usme, en el sur de Bogotá.

La situación se desencadenó luego de que el conductor pasara el torniquete sin validar su pasaje. El uniformado le impidió la entrada al baño, alegando que dicho servicio no estaba disponible para los empleados de Transmilenio. Le dijo que tenía que ir a los cubículos destinados para los empleados. A pesar de que el trabajador le dijo que no tenían acceso a ese lugar y que necesitaba con urgencia el baño, el policía le prohibió ingresar.

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En las imágenes compartidas en redes sociales, se observa cómo el patrullero saca al conductor a empujones mientras le advierte sobre un posible comparendo por no pagar el pasaje. El conductor, visiblemente agitado, reclama la necesidad de hacer sus necesidades urgentes, le reitera la petición y cuestiona la falta de acceso al baño. También responde al policía que no tiene por qué pagar para ingresar a la empresa en la que trabaja.

La disputa escaló cuando el conductor se quejó con su supervisor. En el intercambio, el supervisor reprochó al patrullero por su actitud, confirmando que había autorizado el acceso al conductor al baño que “no era para trabajadores”.

Por su parte, Transmilenio emitió un comunicado frente al video que circula en redes sociales, señalando que tan pronto se conoció el caso, se solicitó al Comando de Transporte Masivo de la Policía esclarecer lo sucedido. Además, hizo un llamado a todos los actores del sistema a mantener un trato cordial, basado en el respeto.

“Es importante precisar que en cada portal existen baños para el uso de los operadores, en el caso del portal de Usme se trabaja, desde la dirección de infraestructura y un concesionario del Sistema, para implementar un nuevo mecanismo para optimizar su uso por parte de los operadores”, indicó la entidad de transporte público.

El incidente ha generado indignación entre los usuarios de Transmilenio, quienes condenan la actuación del uniformado y exigen un trato más humano y respetuoso hacia los empleados del sistema de transporte.

Transmilenio cuenta con un total de 172 baños destinados al uso de funcionarios, conductores y usuarios del sistema. Los portales Norte, Suba, 80, Sur, Usme, Tunal, 20 de julio y El Dorado, así como las estaciones Bicentenario y Ricaurte, disponen de baños dentro de las instalaciones del sistema.

Any Katherine Álvarez, abogada especializada en derechos laborales y violencia de género, ha acompañado varios casos de miembros de un sindicato de trabajadores de la empresa Recaudo Bogotá, que presta servicios a la entidad distrital de transporte. Álvarez dijo en diciembre de 2024 a Infobae Colombia que no es nueva la situación de dificultad de acceso a baños en Transmilenio.

La mayoría de las estaciones de Transmilenio, con excepción de los portales y algunas estaciones, carecen de baños, lo que obliga a los trabajadores a aguantar largos períodos de tiempo y, en el caso de las personas de las taquillas, a realizar sus necesidades en canecas para evitar ausentarse de sus puestos de trabajo, como contó la abogada.

Álvarez mencionó que la respuesta de Recaudo Bogotá ha sido la promesa de instalar baños en más estaciones, en coordinación con Transmilenio, pero hasta el momento esta medida no se ha implementado.

En 2019, TransMilenio respondió a El Tiempo que los encargados del recaudo estaban comprometidos a que los comercios cercanos a las estaciones prestaran servicios de aseo y baño para los trabajadores de las taquillas, además de acordar los tiempos de descanso de todo el personal para acceder al baño. Sin embargo, aún persiste la falta de infraestructura adecuada.

De hecho, en 2016, el Ministerio de Trabajo impuso una multa a Transmilenio y a Recaudo Bogotá por falta de baños en sus instalaciones, pero el problema sigue presente hasta hoy, ocho años después.