Estudiantes se tomaron edificios de la Universidad Nacional en Bogotá: qué es lo que están pidiendo

Luego de la elección del nuevo rector de la Universidad Nacional, José Ismael Peña Reye, se ha generado un descontento en ciertos sectores de la comunidad educativa, que mantienen en paro indefinido a la institución desde hace días.

En la tarde del lunes 8 de abril, el edificio Uriel Gutiérrez, donde funciona la rectoría, fue ocupado por parte de un grupo de ‘encapuchados’ que se tomaron este sector como forma de protesta.

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A través de un comunicado, la Universidad contó los hechos, “a las 4:30 p. m., un grupo de encapuchados se tomó de forma arbitraria y violenta el edificio Uriel Gutiérrez de la Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá, lo que generó el desalojo de los servidores públicos que desempeñan allí sus actividades institucionales”.

La Universidad agregó en el documento que estas personas, “en la toma violenta de las instalaciones generaron daños en la infraestructura, con elementos contundentes rompieron puertas, vidrios, dispensadores de alimentos y dañaron los torniquetes, entre otros”.

Debido al impacto de las acciones violentas se verá afectada las actividades académicas en los días de la semana en curso: “La Vicerrectoría de Sede se permite informar que, ante estas acciones desmedidas, nos vemos en la obligación de suspender las actividades administrativas presenciales en el Edificio Uriel Gutiérrez y la Unidad Camilo Torres por el día de mañana, martes 9 de abril, incluyendo los servicios que presta Unisalud a sus usuarios, en aras de proteger su integridad”, indicó la institución.

De acuerdo con imágenes reveladas por las redes sociales, se evidencia al grupo de personas en el interior del edificio de la rectoría donde colgaron una bandera alusiva a la asamblea universitaria amenazando de manera directa a los funcionarios.

Para finalizar, las directivas de la Universidad Nacional hacen un llamado a la calma y un diálogo entre los miembros de la comunidad para llegar a un acuerdo sobre esta situación. “Reiteran a abordar los cambios desde un diálogo respetuoso y constructivo dejando a un lado las vías de hecho y la violencia que contradicen la esencia de la Universidad y afectan la dignidad institucional, los recursos públicos de los colombianos, y el patrimonio cultural y humano de la nación”, concluyó el comunicado.

La Universidad Nacional de Colombia se encuentra en medio de una profunda crisis institucional tras el nombramiento de José Ismael Peña como nuevo rector, decisión que ha provocado un masivo rechazo dentro de la comunidad educativa.

El 21 de marzo, el Consejo Superior Universitario (CSU) tomó la controvertida decisión, contrariando la voluntad expresada por estudiantes, profesores y egresados en consultas previas que daban como favorito a Leopoldo Múnera. Como consecuencia directa de este nombramiento, varias de las sedes de la institución, incluyendo Bogotá, Manizales y Medellín, han declarado un paro indefinido arrancando desde el 3 de abril, sumiendo a la universidad en una parálisis académica.

El paro fue anunciado por Ronald Vargas, exrepresentante estudiantil de la institución, a través de su cuenta de X, donde destacó como principales causas del mismo el “no reconocimiento de Ismael Peña como rector y el reconocimiento a Leopoldo Múnera como rector legítimo”.

Además, la protesta estudiantil se dirige contra las reformas adelantadas por la actual administración y buscaría promover una constituyente universitaria. Al instante, las manifestaciones de descontento se propagaron hasta las sedes de Manizales y Medellín, donde también se confirmó la participación en el paro indefinido.

Durante una asamblea estudiantil llevada a cabo el miércoles 3 de abril, Leopoldo Múnera se hizo presente y tomó la palabra para expresar su postura. “No estoy haciendo nada a la espalda de nadie. Sé lo que estoy planteando, sé lo que quiero. No es violenta (la desobediencia civil). No quiero violencia que le haga juego a la violencia de los otros y está entre los límites del derecho, la ética y la justicia”, declaró Múnera, evidenciando su apoyo a las movilizaciones y haciendo un llamado a una protesta pacífica y fundada en principios éticos y legales.