La curiosa anécdota del libro de Gabriel García Márquez con una dedicatoria que le llegó a Rubén Blades más de 30 años tarde

El panameño aseguró que no supo de la existencia del regalo sino hasta varios años después de la muerte del escritor colombiano

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El colombiano le dedicó un
El colombiano le dedicó un mensaje al panameño por su manera de contar historias a través de la música - crédito Jesús Avilés/Infobae

Gabriel García Márquez es reconocido como el mejor escritor colombiano gracias a la facilidad que tenía de narrar historias a través de su pluma, un detalle que fue una de las coincidencias que encontró con el abogado, cantante y compositor panameño Rubén Blades, con el que hizo una gran amistad.

Esa relación dejó momentos, comentarios y halagos que demuestran que el colombiano y el panameño fueron cercanos gracias al talento de cada uno, pero una curiosa anécdota, que no se conocía, fue revelada por el cantante en medio de una entrevista con el periodista Jorge Ramos.

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Sobre su relación con el Nobel colombiano, Blades comenzó por explicar lo siguiente: “Él me hizo una dedicatoria en un libro que me mandó y que recibí 30 años más tarde, lo recibí después de muerto y es un cuento muy gabesco y me escribió: ‘Para Rubén, el cantador de historias’”.

En cuanto a la admiración que le tenía Gabriel García Márquez, Rubén Blades agregó que “él me decía a mí: ‘A veces tú lo que eres es un cronista, tú eres un periodista que canta’”.

Por tal motivo, llamó la atención la historia del libro que el escritor le envió a principios de la década de los 80, pero que nunca recibió, inclusive, no tuvo conocimiento del regalo ni de la dedicatoria.

Gabriel García Márquez murió el
Gabriel García Márquez murió el 17 de abril de 2014 en Ciudad de México - crédito Colprensa

“En 1980 Gabo recluta a alguien que va para Nueva York y le da una copia de El coronel no tiene quien le escriba, con una dedicatoria para Rubén, el cantador de historias, y le dice: ‘Dale este libro a Rubén’”, explicó el panameño.

El problema estuvo en que el responsable de hacerle llegar el libro no lo encontró, por lo que decidió volver a Colombia sin completar su encomienda, la cual recordó luego de que el escritor murió.

“La persona llega a Nueva York, no me encuentra y se queda con el libro y se devuelve a Colombia. Después de la muerte de Gabo hacemos un convivio de amigo de Gabo y son convocados para conversar sobre Gabo en Medellín y alguien nos vio por televisión y le dio compunción y dijo: ‘Tengo algo pendiente’”, aseguró Blades.

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1984. El escritor y el cantante se admiraban mutuamente por la manera en la que narraban historias - crédito Pedro Valtierra/Cuartoscuro

Acto seguido, la persona se comunica con uno de los editores del escritor colombiano y le comenta que tiene un libro para Blades, lo que sorprendió al cantante que aseguró que hasta ese episodio puede describir perfectamente la forma de ser de García Márquez.

“Llamó a un editor de Gabo y él me llama a la casa, esto pasó cuando Gabo ya tenía 3 o 4 años de haber fallecido, me llama y me dice: ‘Rubén, tengo un libro para ti que te mandó Gabo’, y digo yo: ‘¿A mí?’. Es una perfecta ‘Gabriel García Marquezada’, porque el libro me llega treinta y pico años después y yo digo ‘este se debe estar muriendo de la risa’”, agregó.

El cantador de historias

Una de las composiciones más conocidas de Rubén Blades es Pedro Navaja, la historia de un maleante que terminó muerto luego de un intento de robo fallido y que transporta al oyente a una película mental, una composición que el panameño confesó que tenía rondando en su cabeza desde que era un adolescente y que cuando tomó la decisión de escribirla le fluyó como si alguien se la estuviera dictando.

Video de Pedro Navaja de Rubén Blades - crédito MrJulio1959/YouTube

“En el caso de Pedro Navaja yo venía pensando ese tema desde que tenía 12 años, así que con el tiempo eso se fue desarrollando hasta el momento en el que yo pude sentarme y salió todo, pero seguramente hice algún borrador en alguna parte, pero el día que me senté a escribirla salió como si me la estuvieran dictando en una servilleta que está en la Universidad de Harvard, un solo borrón tenía”, explicó Rubén Blades en la entrevista.

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