La Misión de Verificación de la ONU en Colombia presentó su informe trimestral más reciente el domingo 7 de abril sobre la implementación del Acuerdo de Paz, siendo el primero después de la visita del Consejo de Seguridad de la ONU realizada en febrero pasado al país. En el documento, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, hace un llamado a priorizar el diálogo y la implementación efectiva del Acuerdo de Paz para “alcanzar una paz duradera”.
El informe destaca avances significativos en la ejecución de los seis puntos del Acuerdo de Paz, especialmente en temas como la reforma rural integral y los procesos de paz con grupos armados. Sin embargo, también indica “la necesidad de que las comunidades sientan de manera más tangible el impacto positivo de algunas disposiciones clave del acuerdo”.
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Guterres reconoció la estrecha relación entre la implementación del Acuerdo de Paz y los esfuerzos actuales para resolver el conflicto armado mediante el diálogo, pero instó a las partes a mostrar un mayor compromiso. “Aprovechen plenamente la oportunidad que representan para encontrar soluciones holísticas y duraderas a los desafíos que han identificado y para beneficiarse de las oportunidades que ofrece la paz”, expresó el informe.
En cuanto a la violencia contra la población civil, el informe hizo un llamado urgente a tomar medidas más directas. “Las comunidades rurales, especialmente las comunidades indígenas y afrocolombianas, así como las mujeres, los niños y las niñas que forman parte de ellas, siguen sufriendo de manera desproporcionada la violencia persistente y la falta de desarrollo en muchas regiones de Colombia donde la presencia del Estado sigue siendo insuficiente”, afirmó el documento.
Además, si bien se destaca el progreso de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la disidencia de las Farc, conocida como Estado Mayor Central (EMC), se señaló que, aunque los cese al fuego en curso han generado beneficios concretos, como la efectiva reducción de la confrontación armada entre las partes, estos son preliminares, de alcance limitado y temporales por naturaleza.
En palabras del Representante Especial del Secretario General en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, “Mientras las partes discuten sus planes a más largo plazo, con el respaldo de las Naciones Unidas y la comunidad internacional, es esencial que refuercen sus compromisos de protección de la población civil y complementen los ceses al fuego con medidas concretas inmediatas en beneficio de las comunidades a corto plazo, especialmente en las regiones afectadas por el conflicto”.
Respecto a las garantías de seguridad para los firmantes de paz, Guterres lamenta el asesinato de 10 excombatientes en el trimestre, para un total de 416 homicidios de excombatientes desde la firma del Acuerdo; de ellos 11 mujeres, 50 indígenas, 57 afrocolombianos. Agrega que, desde la firma del Acuerdo, 87 excombatientes fueron asesinados mientras se encontraban bajo medidas de protección o a la espera de recibirlas.
Con cifras de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), el informe reporta el impacto desproporcionado que enfrentan las comunidades étnicas en términos de desplazamiento y confinamiento, que corresponde el 64% de la población afectada. Entre el 27 de diciembre de 2023 y el 25 de marzo de 2024, 14.365 personas fueron desplazadas y 35.432 confinadas. De igual manera, el informe recoge las 42 denuncias de homicidios contra defensores de derechos humanos, líderes y lideresas sociales durante el periodo reportado, con datos de ONU Derechos Humanos (2 verificados, 37 en proceso de verificación y 3 no concluyentes).
El informe detallado será presentado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 9 de abril de 2024 por el Representante Especial, Carlos Ruiz Massieu.