Fuga en el Buen Pastor de Cali: 3 jóvenes amenazaron con apuñalar al cuidador del centro de formación

El episodio ocurrió en la noche del sábado y abrió el debate sobre la permanencia de jóvenes mayores de edad en establecimientos enfocados en resocialización de adolescentes acusados de cometer delitos

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Los jóvenes tienen entre 18
Los jóvenes tienen entre 18 y 22 años y actualmente son buscados por las autoridades - crédito Gobernación del Valle del Cauca

Preocupadas se encuentran las autoridades en Cali, después de que tres jóvenes consiguieran evadirse del centro de formación Buen Pastor, tras amenazar a un cuidador con arma blanca y obligarlo a entregar las llaves de seguridad.

Según la información proporcionada, el episodio ocurrió en la noche del sábado 06 de abril, mientras el resto del centro se disponía a cumplir labores de entrega de alimentos. Sin embargo, minutos después uno de los fugados fue recapturado, mientras que los otros dos aún son buscados por las autoridades.

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Aprovechan el momento en el que esta persona abre la reja, para intimidarlo con armas cortopunzantes y huir del centro especializado. Sin embargo, gracias a la pronta reacción, se logró ubicar a uno de ellos dentro de las instalaciones, se continúan en la búsqueda de los otros tres jóvenes”, comentó el coronel Germán Manrique, subcomandante de la Policía de Cali, en un reciente pronunciamiento.

El hecho sucedió aproximadamente a las 7:40 de la noche, cuando los internos lograron fugarse por la parte trasera del centro. Edward Hernández, personero delegado, informó sobre la situación, asegurando que “le retiran las llaves y logran fugarse por la parte trasera del centro, la que da hacia las casas”.

Los residentes captaron en imágenes
Los residentes captaron en imágenes los momentos posteriores a la fuga - crédito red social X

Este centro actualmente alberga a 231 jóvenes, de los cuales 91 son menores de edad y 140 son adultos, lo que ha puesto sobre la mesa la efectividad del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, pues en el lugar estaría diseñado para proteger y garantizar la resocialización de los adolescentes, pero los tres fugados tenían entre 18 y 22 años.

Y es que la seguridad de estos centros, a diferencia de los centros de reclusión para adultos, representa un desafío constante, pues no cuenta con los mismos parámetros de seguridad. “Ningún centro de atención especializado para menores de edad presta las garantías de seguridad necesarias”, afirmó Gerardo Mendoza, personero distrital, destacando la falta de medidas adecuadas para prevenir tales incidentes.

De hecho, la seguridad en Buen Pastor, según la ley, recae en el operador contratado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), cuya principal responsabilidad es la atención pedagógica y restaurativa, dejando un vacío en términos de protección física.

La situación vivida en el Buen Pastor no es aislada; el país enfrenta desafíos similares en otros centros de reclusión juvenil, donde las fugas, evasiones son frecuentes. El personero delegado de Cali recalcó la necesidad de una revisión profunda de la ley, especialmente después de la modificación en el 2013 con la ley 1453, que amplió el rango de edad de los jóvenes sujetos a esta responsabilidad penal.

“En todos los centros del país se presentan constantes fugas, evasiones, intentos de evasión, básicamente por dos razones: en estos centros atienden de los supuestamente menores que son sancionados. El Código de Infancia y Adolescencia tiene el Sistema Responsabilidad Penal para adolescentes, pero igual en este momento no es para adolescentes”, señaló Hernández.

Asimismo, la Personería Distrital intervino en el centro como garantes de derechos, constatando que no se produjo un motín, sino la fuga de tres jóvenes tras amedrentar al funcionario que les proveía la comida. Además, se percataron de que los jóvenes habían dañado algunas partes de la infraestructura del centro para construir los objetos cortopunzantes.

“Anoche solamente había una policía femenina en el centro, en la parte perimetral donde están los jóvenes. La policía no entra donde se encuentran ellos, a menos que se presente un amotinamiento o situación de convivencia”, indicó el personero delegado.

La preocupación por la situación de seguridad del Buen Pastor también resuena entre los residentes del barrio Villanueva, quienes reportaron ruido y desorden esa noche, asegurando sus hogares ante la incertidumbre. La respuesta de las autoridades, incluyendo la activación de un plan candado en la ciudad y la vigilancia en las viviendas familiares de los fugados, espera rendir frutos en las próximas horas para reingresar a los jóvenes al centro de formación.

*Esta nota fue hecha con ayuda de inteligencia artificial

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