Un juez con función de control de garantías dictó medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de Andrés Felipe Tobar, conocido como alias Pícoro, señalado cabecilla de una red armada de la estructura Jaime Martínez de las disidencias de las Farc en el Valle del Cauca.
La Fiscalía General de la Nación lo acusa de estar implicado en una serie de delitos que incluyen homicidios selectivos, reclutamiento ilícito de menores, y ataques contra miembros de la fuerza pública y la población civil.
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La detención de Pícoro se produjo en una operación coordinada entre la Fiscalía, la Policía Nacional y el Ejército Nacional en una vivienda situada en el corregimiento Timba, perteneciente a Jamundí, Valle del Cauca.
En el lugar, las autoridades confiscaron un arsenal que incluía seis armas de fuego, una granada de fragmentación, 134 cartuchos de diversos calibres, siete teléfonos móviles, tres proveedores de munición para fusiles y pistolas, dos radios de comunicación y un chaleco balístico.
Los cargos imputados por una fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales son fabricación, tráfico, porte, o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones; fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos; desaparición forzada, desplazamiento forzado, reclutamiento ilícito y uso de menores en actividades delictivas. Hasta el momento, Pícoro no ha aceptado los cargos que se le imputan.
Según las investigaciones, ‘Pícoro’ estaría involucrado directamente en el asesinato de un hombre que, junto a su pareja menor de edad, había sido forzado a unirse al grupo armado ilegal, pero logró escapar. La víctima fue engañada para asistir a una cita en el corregimiento de Villa Colombia, en Jamundí, con el pretexto de cotizar unas obras, pero su cuerpo fue hallado posteriormente con múltiples impactos de bala.
Ataques de las disidencias de las Farc en Cajibío y Jamundí
Después del fin del cese al fuego bilateral entre el Gobierno nacional y las disidencias de las Farc del Estado Mayor Central, lideradas por alias Iván Mordisco, la violencia se ha recrudecido con ataques contra la población civil y la Fuerza Pública. Recientes acciones militares en Cali, Tumaco (Nariño), Cajibío (Cauca) y Jamundí (Valle del Cauca) han puesto en alerta a las autoridades y han requerido de la intervención del Ejército para proteger a los ciudadanos y repeler los ataques subversivos.
Las agresiones incluyen ataques con granadas y ráfagas de fusil contra instalaciones policiales y militares, generando una atmósfera de zozobra en las comunidades afectadas.
El Ejército Nacional, bajo la dirección del general Helder Giraldo, ha desplegado unidades en respuesta a estos ataques, asegurando que están preparados con apoyo aéreo si es necesario.
La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, destacó el incremento de la presencia militar en la región y el apoyo continuo del Gobierno Nacional para contrarrestar esta oleada de terrorismo, con la llegada de refuerzos y efectivos adicionales para combatir a los grupos armados insurgentes.
Este incremento de violencia surgió a raíz del levantamiento del cese al fuego, ordenado por el Gobierno para retomar operativos contra las disidencias, tras la ejecución de diversos atentados en el territorio nacional. Entre estos incidentes, destacan el ataque al Batallón Pichincha en Cali y el lanzamiento de una granada contra el Gaula militar de Tumaco, que resultó en un infante de marina herido.
Estas acciones han generado no solo la movilización de unidades militares y policiales sino también una amplia preocupación por la seguridad de los habitantes en las áreas afectadas.
El enfoque de las Fuerzas Militares y el Gobierno en aumentar la seguridad y el pie de fuerza en las regiones más golpeadas por la violencia subraya la determinación para restablecer la paz y proteger a los ciudadanos de las amenazas de las disidencias. La comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos están vigilantes de la situación, esperando que se encuentre una solución negociada para evitar más derramamiento de sangre.
*Esta nota fue hecha con ayuda de la Inteligencia Artificial